Mazatepec es una comunidad del municipio de Tlatlauquitepec, que ha cobrado fama por las costillitas que se preparan, en uno de sus establecimientos comerciales.
Pero que como casi todas las localidades de Puebla, cuenta con atractivos singulares para quienes la visitan.
Geográficamente, se ubica en la Sierra Norte de Puebla, este poblado ofrece buenas opciones para disfrutar de la naturaleza.
A siete kilómetros de Mazatepec, hacia el sur, se encuentra la entrada que lleva hasta la Presa de La Soledad.
En las orillas del río Apulco se puede alquilar una lancha y cruzar sus aguas. Además, se puede acampar.
En la parte alta de Mazatepec, se ubica un lugar que se conoce como El Infiernillo.
Ahí hay un mirador que brinda acceso a una vista panorámica del valle, la hidroeléctrica y el río Apulco.
Para llegar al mirador, hay que desplazarse a las Cabañas El Andén, un espacio ecoturístico.
De acuerdo con México Desconocido, alrededor del año 1882, durante el gobierno de Porfirio Díaz, se dio paso al proyecto de colonización donde se buscaba modernizar el campo, impulsar la economía, poblar espacios y abrir puertas a la inmigración de europeos de origen latino que profesaran la religión católica.
Mazatepec se formó prácticamente con personas que llegaron de otros sitios, como los italianos, qué tiempo después migraron hacia Chipilo.
En aquellos tiempos, los habitantes de la entonces colonia Carlos Pacheco Villalobos (hoy Mazatepec), estaba conformada por 70 italianos, 68 mexicanos y 12 franceses.
Era un territorio muy amplio, con pocas construcciones para 150 habitantes en total.
En el renglón culinario, las costillas de Mazatepec, como ya se anticipó, son un referente obligado.
Un platillo que no puede dejar de probar todo aquel que visita la localidad y que, debido a su sabor, ha trascendido a otras regiones del estado de Puebla.
Y en este renglón, por supuesto, es imposible dejar de mencionar la existencia de “Pollos y Costillas Mazatepec”
En torno a esta empresa de la familia de Germán Borzani, comenzó a operar el 6 de junio de 1993 en el municipio de Atempan.
Su primer local solo media cuatro por ocho metros, pero su sazón y su técnica de ahumado, la colocaron en la preferencia de lugareños y visitantes.