¿Quieres escapar de la rutina pero no tienes mucho tiempo o dinero? Entonces planea una salida de un día a alguno de los 12 Pueblos Mágicos que hay en el estado, como lo es el municipio de Cuetzalan del Progreso.
Este bello lugar se encuentra enclavado en la Sierra Nororiental de estado de Puebla, más o menos a 3 horas de distancia de la capital, pero vale la pena llegar hasta ese hermoso lugar, donde aún conservan sus tradiciones.
Pese a la distancia, puedes hacer recorridos de un día. Por ello, la recomendación es que viajes en alguna de las líneas de autobuses que salen de la Central de Autobuses de Puebla (CAPU) o tomes algún recorrido que ofrecen distintos tour operadores, así te evitarás la fatiga de manejar.
Toma en cuenta que, para aprovechar tu estancia en Cuetzalan, la recomendación es salir muy temprano de Puebla y regresar lo más tarde posible.
Esta localidad fue el segundo municipio en el país y el primero en el estado en recibir la denominación de Pueblo Mágico en el 2002, pero antes de pertenecer a esa categoría ya era uno de los sitios más visitados por turistas locales, regionales y extranjeros, principalmente de Europa.
Al arribar a Cuetzalan lo primero que puedes hacer es disfrutar de una aromática taza del café que ahí se cultiva, incluso de manera orgánica.
Acompaña tu bebida con un pan de la región o con alguno de los taquitos dorados de pollo, tlayoyos o chile con huevo para desayunar.
Una vez que recargaste energía, puedes realizar una caminata por las calles de este Pueblo Mágico. Asegúrate de portar zapato cómodo y con antiderrapantes, ya que sus calles son conocidas por estar empredradas y húmedas por la neblina o llovizna que en cualquier momento del día se puede sentir.
En la plaza principal podrás admirar el valor de los voladores de Cuetzalan, quienes se colocan a un costado de la parroquia dedicada a San Francisco de Asís, principalmente los domingos y días festivos.
Ahí también, junto a las escalinatas, puedes conocer y adquirir alguna de las coloridas flores y plantas de la zona, así como artesanías hechas a base de madera, corteza de árbol, plumas de aves y textiles.
Toma tu foto instagrameable en alguna de sus calles que siempre lucen fachadas blancas con tejas a dos aguas, con puertas y ventanas de madera.
En tu caminar puedes llegar a la iglesia de Los Jarritos. Se llama así porque lo más alto de sus torres está forrado por jarros de barro alineados por tamaños que parecen a lo lejos un rosario.
Sin salir del centro de Cuetzalan, sobre la calle Miguel Alvarado número 8, te encontrarás con el Museo Regional “Emma Flores de Morante”, donde podrás descubrir trajes de uso cotidiano, artesanías, telares, piezas de la zona arqueológica de Yohualichan, fotografías y algunos documentos.
También se muestran colecciones paleontológica del periodo Cámbrico y Ordovícico (500-600 millones a.C.), arqueológica y etnográfica con expresiones de la música, danza y artesanías representativas de la Sierra Nororiental de Puebla.
El museo se encuentra al interior de la Casa de Cultura que antes se llamaba La Máquina Grande y cuya construcción original es de 1898. Al salir y continuar tu recorrido puedes conocer la Capilla de la Purísima Concepción, el Palacio Municipal y los puestos de vendedores tradicionales que se colocan en las baquetas ofreciendo bolsas de café molido, canela, vainilla en vaina, hierbas de olor o su famoso chiltepin, un pequeño chile seco rojo con el que acostumbran aderezar sus platillos.
A propósito, si llegó la hora de la comida, no dejes de probar la cecina de Cuetzalan, un platillo que acompañan con arroz blanco o rojo, frijoles negros refritos, nopal asado, tlayoyos con salsa roja, queso y cebolla.
Para la digestión o la degustación, es imperdible visitar el famoso bar Toca Toca, que por las noches se convierte en el mejor antro para escuchar música.
Abrió sus puertas en 1990 y desde entonces los jóvenes le decían la disco del pueblo, donde todas las noches se reúnen amigos, visitantes nacionales y extranjeros, así como habitantes de la región. Si corres con suerte encontrarás lugar, toma en cuenta que es una casa que adaptaron como bar.
Antes de preparar tu regreso a casa, es momento de comprar artesanías y recuerditos que puedes adquirir en las tiendas que se colocan sobre la calle principal.
La distinguirás por tener una fuente de piedra rodeada por diversos comercios, cuyas fachadas respetan la originalidad del lugar. Pero si tu intención es no permanecer mucho en el centro de Cuetzalan, puedes desayunar y emprender tu salida a las orillas de la localidad, donde te encontrarás con la poza pata de perro, ideal para nadar y llevar a los niños, ya que no es honda.
También puedes conocer la gruta del Río, la caverna seca, el cañón de los dioses, cascadas como El Encanto, Tres Caídas, Las Hamacas, Las Brisas, así como la zona arqueológica de Yohualichan y la ruta del Café, sitios que cada uno te tomará un día para conocerlos.