El uso del horno de microondas se ha convertido en algo habitual, pero hay ciertas prácticas que pueden ser nocivas tanto para la preservación del aparato como para la salud de quienes lo utilizan. La principal preocupación suele ser el tipo de accesorios que se pueden introducir, pero a menudo se descuida la información sobre los alimentos que no deben calentarse en este electrodoméstico.
Por ello, además de adquirir un horno de microondas por moda, es necesario informarse ampliamente no solo sobre los accesorios o recipientes que se pueden utilizar, sino también sobre qué alimentos es conveniente preparar o calentar en él. Esto incluye, por supuesto, información relativa a su limpieza y mantenimiento, con el fin de aprovechar al máximo su periodo de vida útil.
Estos alimentos no se deben calentar en el horno de microondas
Lo ideal sería leer el manual que acompaña a todo horno de microondas o tomar un curso de cocina que incluya su uso para garantizar un manejo eficiente.
Sin embargo, en la práctica, la mayoría de los usuarios aprenden de forma empírica o guiados por consejos y tutoriales difundidos en redes sociales.
Entre los elementos clave que se deben tener en cuenta destaca la información relativa a los alimentos que no se deben calentar en el horno de microondas, entre ellos:
- Arroz: puede albergar esporas de *Bacillus cereus*, una bacteria que sobrevive al proceso de cocción inicial. Al recalentar el arroz en el microondas, estas esporas pueden activarse. Es mejor calentarlo en un sartén o al vapor.
- Carnes procesadas: contienen conservantes que, al 0 exponerse al calor del microondas, pueden liberar sustancias tóxicas asociadas con problemas cardiovasculares.
- Verduras de hojas verdes y remolacha: poseen nitratos que, al recalentarse, pueden convertirse en nitrosaminas, sustancias vinculadas al cáncer.
- Huevos duros: el vapor acumulado en su interior puede provocar explosiones al calentarse en el microondas. Lo recomendable es consumirlos fríos o calentarlos de otra forma.
- Papas: si no se almacenan correctamente y se recalientan en el microondas, pueden favorecer el crecimiento de bacterias como Clostridium botulinum, causante del botulismo.
En todo caso, lo fundamental es informarse adecuadamente sobre las limitaciones y riesgos asociados con el uso del horno de microondas para garantizar su manejo seguro y eficiente.