A México se le reconoce en el mundo por sus paradisiacas playas, sin embargo, también posee un valor geográfico y geológico de gran trascendencia, toda vez que sus montañas y volcanes se catalogan entre las más altas de Norteamérica.
Y es que nuestro país posee un suelo muy accidentado, con un gran número de cordilleras, montañas, volcanes, montes y colinas.
La actividad orogénica del territorio mexicano dio lugar a numerosos sistemas montañosos cuya característica principal es estar alineados, señala el Servicio Geológico Mexicano (SGM).
En México se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego, que se caracteriza por una fuerte y constante actividad tanto sísmica como volcánica.
Resultado de lo anterior en el estado de Puebla existen 7 volcanes de los cuales 5 son de los más altos en el país, mientras que existe uno que es todo lo contrario, el más pequeño del mundo.
De acuerdo con información del gobierno de México, en México hay más de 2 mil volcanes, de los que aproximadamente 42 son reconocidos como tales y solo algunos se consideran activos o peligrosos, aunque hay quienes sostienen que el número es mayor.
Las medidas de los volcanes en México van desde los 5 mil 600 metros hasta los 100 metros sobre el nivel del mar.
Cómo ya se mencionó, en Puebla existen 7 volcanes que se ubican dentro del llamado Eje Neovolcánico Transversal que produce las mayores elevaciones del país entre los litorales del Pacífico y el Golfo de México.
Estos volcanes son:
Recientemente el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), determinó en su Registro de Nombres Geográficos Continentales, que la mayor parte del volcán se encuentra en el estado de Puebla.
Su nombre significa Cerro de la Estrella. De acuerdo con una leyenda el Dios Azteca Quetzalcóatl subió un día al volcán para iniciar su camino hacia la eternidad. Una vez en el centro, el fuego devoró su cuerpo mortal, pero su alma se transformó en un Quetzal que voló hasta verse debajo de una brillante estrella.
Se trata del volcán más alto de México y Norteamérica.
Ambos colosos forman parte de una popular leyenda poblana: el primero fue un guerrero llamado Popoca quien, al regresar del campo de batalla, se encuentra que su amada, la princesa Iztaccíhuatl, ha muerto, por lo que él llevó el cuerpo de ella hasta un monte como ofrenda para los dioses, convirtiendo a ambos en volcanes. Por eso se le conoce al segundo como “la mujer dormida”.
Ubicados en los límites con el estado de México, el Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl, fue declarado como tal el 8 de noviembre de 1935 y la UNESCO lo clasificó en 2010 como Reserva de la Biósfera.
El Parque forma forma parte de la gran cadena montañosa del Eje Volcánico Transversal, y es considerado un importante reservorio de especies de hongos, flora y faunas silvestres.
Ubicado en la Sierra Negra, su nombre Significa “Venerable Señor del Agua” o Tliltépetl, “Cerro Negro”. Antiguamente, también era llamado Iztactépetl Icni , “Hermana de la montaña blanca”, pues se consideraba la contraparte del Citlatépetl.
Este volcán que comparte territorio con Tlaxcala, recibe su nombre precisamente de los antiguos tlaxcaltecas. Ellos le llamaron Matlalcuéitl, esposa de Tláloc, pero los Conquistadores empezaron a llamarle Malintzin y el nombre perduró.
La montaña es un cono volcánico perfectamente aislado, único en el paisaje del Altiplano, esto la hizo objeto de una lógica ritual compleja.
El 6 de octubre de 1938 se le decretó como Parque Nacional.
Se trata de uno de los volcanes más meridionales del eje neovolcánico en la zona de Puebla, coincide con la línea que parte desde el Cofre de Perote hasta el Citlaltépetl y Sierra Negra.
No hay mucha información sobre este volcán, pero cuenta con unas lagunas que se formaron por los derrames de lava de este volcán.
El geólogo Agustín Ruiz Violante, quien ha estudiado las rocas sedimentarias de la región, afirma que su formación es cuaternaria, por lo que su existencia tal vez se remonte tan sólo a varias decenas de miles de años.
Una de las peculiaridades de este volcán es se trata del más pequeño en el mundo, además de que se encuentra en medio de una zona completamente urbanizada y habitada. Se le puede ver en la junta auxiliar La Libertad, entre la 3 Poniente y 4 Norte, por lo que este pequeño monumento natural se ha convertido en un símbolo de la identidad de los habitantes de este lugar.
Su nombre proviene del término náhuatl 'cuexcomatl' y significa 'olla de barro' o 'lugar para guardar'.
Se formó por brote de agua sulfhídrica como consecuencia de la erupción del volcán Popocatepetl en el año 1064.
Existe una leyenda que cuenta que el volcán Popocatepetl tenía amoríos con su compañera, el volcán Iztaccíhuatl y de estos encuentros nació el volcancito Cuexcomate.
Tiene una elevación de apenas 13 metros.