Cantona es más que un sitio arqueológico, es el testimonio viviente de la rica historia prehispánica de México.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), esta zona arqueológica es la ciudad prehispánica más grande, con aproximadamente 867 hectáreas de territorio.
Su tamaño, complejidad e ingeniería detrás de sus construcciones revelan mucho sobre las civilizaciones que habitaron esta región.
Fue descubierta a mediados del siglo XIX por Henri de Saussure, sin embargo, sigue siendo una ciudad que apenas empieza a ser conocida por el público en general.
El INAH señala que esta zona vivió su mayor apogeo durante el año 600 hasta el 900 después de Cristo, convirtiéndose en la ciudad más grande e importante del Altiplano Central.
Asimismo, sus habitantes se dedicaron al comercio de la obsidiana, extraída en gran parte del volcán Citlaltépetl y trabajada en múltiples talleres de la ciudad.
Cabe destacar que la región en sí tiene una fuerte presencia volcánica, ya que muy cerca se encuentran el volcán Pizarro y el Cofre de Perote, así como las lagunas de Alchichica y Quechulac, formadas por calderas volcánicas.
Aunque es considerada la ciudad más urbanizada del México prehispánico con más de 90 mil personas, Cantona no está mencionada en las fuentes históricas, ya que fue abandonada unos 500 años antes de la llegada de los colonizadores hispanos.
Pero ¿por qué fue abandonada? De acuerdo con especialistas, existen dos posibles causas por las que la ciudad fue abandonada. La primera tiene que ver con el cambio climático y la segunda señala que se debió a las fuerzas culturales.
Un estudio publicado por la revista Proceedings de la Academia Nacional de las Ciencias de los Estados Unidos, señala que esta ciudad fue abandonada por sus habitantes debido a una severa sequía que asoló la zona durante 650 años.
En la actualidad se ha explorado y habilitado la porción sur de la ciudad, que abarca buena parte del centro cívico y religioso principal, algunas calles, plazas cerradas con pirámides y seis juegos de pelota, así como unidades habitacionales tanto para la élite como populares.
Según la Secretaría de Cultura, su nombre se deriva de la palabra náhuatl “caltonal”, que significa "Casa del Sol”.
La zona está abierta de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas y tiene un costo de 60 pesos.
Cantona está a 98 kilómetros de la ciudad de Puebla, en la Carretera Tepeyahualco-Xonacatlán kilómetros 7.5, entre los municipios de Tepeyahualco y Coyoaco.
Para llegar, toma la autopista 150 México-Veracruz y en Amozoc sigue por la Carretera Federal 129, Puebla-Teziutlán.
En el poblado de Oriental, toma la carretera a Tepayahualco, desde donde entronca el camino al sitio.