Las luciérnagas son insectos bioluminiscentes que activan un proceso químico en el interior desu abdomen, en el que contienen una sustancia que se llama luciferina (en latín significa “portador de luz”), que al hacer reacción enzimática en el momento en que entran en contacto con el oxígeno (respiran), destella.
Su energía es completamente natural, su brillo es color verde; los machos y las hembras igual, pero en un tono más opaco.
Los machos constantemente parpadean y lo hacen de manera sincronizada, en cambio las hembras se encuentran en el suelo y su encendido es de manera estática.
Estos insectos no tienen como tal una función, pero los habitantes de Nanacamilpa, Tlaxcala, cuentan que antes de que existiera el alumbrado público, la luz de las luciérnagas los guiaba y ayudaba a ubicarse dentro del bosque.
La hojarasca de encino es el hábitat preferido de las luciérnagas porque este árbol retiene un mayor porcentaje de humedad y es un lugar oscuro.
En el bosque de Santa Clara también hay presencia de pinos o árboles de oyamel, pero los insectos brillantes prefieren los encinos.
No existe un depredador natural que amenace a las luciérnagas, sólo el hombre.
Durante su avistamiento no se puede utilizar el celular, ya que las luciérnagas pueden resultar lastimadas o los machos se pueden confundir y creer que la luz es emitida por una hembra.
En la temporada de avistamiento, cerca de 300 personas visitan estos parajes entre semana y los sábados pueden llegar hasta 900.
Al caer la noche se aprecian los primeros destellos, mientras el cielo todavía se torna azul marino y se va opacando poco a poco.
Es entonces cuando las luciérnagas comienzan su ritual de cortejo.
En unos minutos la danza de miles de machos convierte el escenario oscuro en un bosque resplandeciente.
Se sabe que por cada 100 machos, sólo existe una hembra.
Ellos vuelan y muestran su luz; ellas esperan pacientes en la hojarasca el momento en que llegue el candidato ideal para aparearse y después se reproduzcan al depositar entre 100 y 150 huevecillos.
Villas del Bosque en Nanacamilpa, Tlaxcala, es el único sitio en el país que cuenta con un certificado denominado Santuario de las Luciérnagas, el cual le fue otorgado en 2012 por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
En las 195 hectáreas con las que cuenta Santa Clara no se permite la tala, sólo se trabaja en el cuidado y la preservación de las luciérnagas y del medio ambiente.
Existen dos santuarios en el mundo, el de Nanacamilpa y uno más en Nueva Zelanda; reciben esta denominación porque ahí se pueden apreciar millones de luciérnagas.
A nivel mundial existen 2 mil especies de estos insectos; en México se reconocen 164 y 90 son endémicas.
El fenómeno de apareamiento sucede en los meses de junio, julio y agosto, porque es cuando hay más humedad y se presentan más precipitaciones.
Cuando los machos van cayendo al piso es porque una hembra liberó una feromona, sustancia aromática que el macho recepta con sus antenas; se trata de “un mensaje de aceptación. Entonces comienza el apareamiento”.
Con información de EL UNIVERSAL