Durante mucho tiempo, el obsequio de borregos de diversos materiales y tamaños ha sido común durante la época de fin de año o Navidad, pero ¿por qué se regalan en esta temporada?
Los borregos deben ser regalados, no comprados, y en muchos casos, quienes los reciben los colocan en sitios especiales en sus hogares y los veneran de alguna forma.
En general, en México, la lana del borrego se asocia con el dinero, la prosperidad y el bienestar financiero. Al obsequiarse, los borreguitos comúnmente se decoran con elementos como monedas o tréboles, que simbolizan buena suerte.
En términos generales, existen dos versiones en torno a la tradición de obsequiar borregos. Una señala que tiene su origen en los Alpes suizos; otra refiere que proviene de Andalucía, España.
Lo evidente es que en Navidad y Año Nuevo son momentos ideales para desear que todo lo que se busca en materia de amor, salud, prosperidad y abundancia se cumpla. Para ello, no solo se recurre a realizar rituales, sino también a entregar obsequios que representen lo que se desea para la persona que lo recibe.
Por otra parte, en el ámbito bíblico, hay que tener presente que se advierte que Jesucristo es el buen pastor, quien guía y apacienta a sus ovejas, al rebaño. De ahí que los borreguitos que se obsequian en Navidad o Año Nuevo estén cargados de simbolismo.
Existen expresiones populares como “borreguito de la montaña, haz que con tu lana junte dinero cada mañana” o “quien posea uno ha de llenar su casa de amor y armonía”.