Siguen las vacaciones de verano y conocer sitios turísticos cerca de Puebla son una excelente opción, pues muchos de estos lugares no demandan de mucha inversión.
Un paraje ideal para conocer en una escapada es la cascada de Atlihuetzía, que se localiza en el municipio de Yauhquemehcan, en el estado de Tlaxcala.
La distancia de Puebla a la cascada es de 47 kilómetros, lo que representa un tiempo de menos de una hora para conocerla.
Atlihuetzía proviene del náhuatl que en español significa “lugar donde cae el agua” y es una belleza natural que se formó por la caída del río Zahuapan que atraviesa el estado de Tlaxcala, afluente que al cruzar el estado de Puebla se le conoce como río Atoyac.
La cascada tiene una cortina de agua de una altura de cerca de 35 metros, que al caer al fondo forma una pequeña laguna.
Los visitantes podrán tomarse la foto y video para que se pueda apreciar la impresionante caída de agua y la exuberante vegetación que la rodea.
Ahora que está el temporal de lluvias, el agua luce cristalina, pues de acuerdo con los lugareños, en distintas etapas del año es posible mirar cómo el líquido se tiñe de rojo o azul, consecuencia de las maquiladoras que descargan sus aguas en el río.
Por lo que el verano es la época ideal para conocer este sitio turístico que no tiene costo alguno.
Si eres de los que gustan de la adrenalina, tal vez te atrevas a cruzar el puente colgante que tiene 200 metros de largo o subirte a la tirolesa que 800 metros, teniendo como fondo la cascada y tomar la foto más instagrameable.
Leyenda de la cascada de Atlihuetzía
En tu visita seguramente conocerás a los lugareños que te narrarán la leyenda del origen de la cascada.
Dicen que una mujer llamada Matlalcuéyetl tenía su vivienda en lo más alto de La Malinche y tenía su hija llamada Atlihuetzía, quien gustaba de bajar a las barrancas de la montaña para bañarse.
Su madre Matlalcuéyetl le decía que no bajara a las barrancas porque los chaneques se la iban a llevar y no regresaría a casa, pero la hija no hizo caso y siguió bajando a bañarse al río.
Un día Matlalcuéyetl llegó a su casa y no encontró a su hija, así que comenzó a buscarla y después de dos días halló sus prendas en medio de los arbustos, con lo que supo que los chaneques ya se la habían llevado.
Dicen que desde ese día apareció la cascada que lleva de nombre Atlihuetzía.
De acuerdo con la mitología náhuatl, los chaneques son criaturas asociadas al inframundo cuya principal función es escuchar y cuidar los montes y los animales silvestres.
Según las creencias pueden tomar diversas formas, de las cuales destaca el de pequeño hombre o mujer, dejando huellas blancas y una de sus características es hacer travesuras o bromas.
Durante tu visita a la cascada puedes desayunar o comer en el restaurante del hotel que se ubica a unos metros de la cascada, el cual también regala unas hermosas postales.
También puedes conocer el templo de la Inmaculada Concepción de Atlihuetzía, considerado como uno de los más antiguos de América.
En los muros del templo se señala que la campana que se encuentra en su torre fue la primera que se fundó en el Continente.