Al igual que el Cristo del Corcovado en Río de Janeiro, el Cristo Rey de la Esperanza es una estatua monumental de Jesucristo con los brazos abiertos mirando hacia la ciudad.
Esta monumental escultura se localiza en el municipio de Tlacuilotepec, en la Sierra Norte de Puebla, a tan solo 4 horas de la capital poblana.
Su nombre viene del náhuatl y significa “en el cerro escrito o pintado” y fue fundado por grupos otomíes y totonacos en la época prehispánica, fue tributario de Texcoco.
Este mágico lugar está rodeado de una impresionante belleza natural y hermosos paisajes.
Uno de sus mayores atractivos turísticos es el “Cristo Rey de la Esperanza”, construido en un cerrito junto a la cabecera municipal y es muy similar al Cristo del Corcovado, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, midiendo un aproximado de 14 metros de altura.
Además de este colosal Cristo, en la plaza central se encuentra una obra arquitectónica del siglo XVII, el templo parroquial dedicado a Cristo Rey, construido por los agustinos.
Cada 24 de agosto festejan la fiesta patronal a Cristo Rey, con misas, rezos, procesiones, carreras de caballos, quema de fuegos pirotécnicos y jaripeos.
La producción de café es una de las principales fuentes de empleo en esta localidad, sus habitantes desempeñan diversas labores, como el cuidado de los campos, la recolección y su proceso de producción.
Tlacuilotepec también cuenta con atractivos naturales, como el santuario Kochistli, ubicado a 10 minutos de la cabecera, es un recinto natural que ofrece recorridos de sensibilización, charlas sobre desarrollo sustentable, avistamiento de luciérnagas y camping.
Asimismo, en este poblado se encuentra la Cascada Cola de Caballo, la cual tiene una caída de más de 45 metros y el Cerro de Piedras con pinturas totonacas.
Tomar la autopista Puebla-Tlaxcala, luego la carretera 119 Tlaxcala-Tlaxco, seguir por la autopista 119D Tlaxco- La Bóveda, viajar por la carretera 130 Xicotepec y finalmente continuar por la calle Vicente Guerrero en Tlacuilotepec.