En Puebla existen 88 museos en los que podemos encontrar todo tipo de actividades, desde proyecciones de cine, conversatorios sobre rituales de fuego, talleres de modelado en barro y actividades que combinan herramientas tecnológicas para permitir un recorrido más inmersivo.
Uno de los museos más dinámicos tanto para niños como para adultos, es el museo Amparo.
Museo Amparo
Este edificio ubicado sobre la 2 Sur 708, en pleno Centro Histórico, cuenta con materiales didácticos como cuadernillos y tutoriales que le permiten a los más pequeños experimentar diferentes técnicas artísticas y conocer las obras de la Colección Permanente de Arte Prehispánico, Virreinal y Contemporáneo.
De manera virtual, el museo cuenta con su propia app que puedes descargar tanto en iOs como en Android. En ella podrás encontrar recomendaciones de cortos de cine, publicaciones digitales editadas por el Museo en versión FlipBook y PDF, así como audio cuentos a través de su playlist de Spotify, que se puede vincular a la aplicación para tener una mejor experiencia.
MUI
En dirección contraria, sobre la calle 4 Poniente número 5, se encuentra el museo Interactivo del Tecnológico de Monterrey.
El MUI es espacio físico y conceptual, en donde se desarrollan personas conscientes a través de las herramientas propias de las industrias creativas y la prácticas artísticas actuales.
Este museo tiene la particularidad de buscar el mayor acercamiento entre las obras y los espectadores, por tanto, siempre buscan tener exposiciones que permitan a los asistentes tener contacto directo con las obras o presentar obras de apreciación visual, usando desde VRs hasta proyectos de mapping.
La Colecturía
En la calle 3 Sur, con número 1108 encontraremos La Colecturía. Este lugar promueve la cultura de inclusión, respeto y equilibrio con la naturaleza.
Hasta mediados del siglo XIX pertenecía a la iglesia para almacenar el pago del diezmo, lo que representaba el 10% de las cosechas anuales de cada familia. Posteriormente, fue rescatado por un empresario quien encabezó una remodelación para usar el lugar como espacio cultural y de esparcimiento.
Cuenta con una galería de arte, un café temático con el tema de poesía literaria, así como con un área recreativa que es un fogatero en donde se habla sobre los rituales que suceden alrededor del fuego.
Durante las noches se tiene música electrónica y una proyección en la noche mapeando todos los muros que rodean el fogatero.
