Los molletes poblanos son uno de los postres más tradicionales de la gastronomía del estado de Puebla.
Se dice que un mollete dulce es el mejor postre para acompañar los chiles en nogada. Ambos platillos típicos se consumen en la misma temporada, durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre.
Los molletes poblanos tiene forma de una concha, pero el relleno y la cubierta lo hacen muy especial. Están rellenos con una crema pastelera de coco, pepita de calabaza, azúcar y licor. La mezcla de estos ingredientes le dan un sabor único e irresistible.
A simple vista un mollete dulce aparenta tener una estructura sencilla, sin embargo su preparación llega a tomar hasta cuatro días.
Primero, se debe mezclar: harina de trigo, mantequilla, azúcar, sal, levadura y huevo durante cuatro y ocho horas para lograr la forma redonda del mollete.
Segundo, la parte superior se retira para agregar el relleno, que es una combinación de vainilla, coco rallado, fécula de maíz, jerez o algún tipo de alcohol (opcional) y otros elementos.
Tercero, se cubre la incisión con una capa fina de dulce de pepita de calabaza y se echa al horno.
Algunos de estos pasos pueden variar pues no existe una receta oficial, pero esta es la forma más tradicional de preparar molletes poblanos.
El mollete poblano se cocina a partir del tercer domingo de junio en honor al Día del Padre y se mantiene hasta el 12 de agosto o septiembre. Fechas que coinciden con la temporada de los chiles en nogada.
Foto: Instagram Augurio
Los cocineros de este postre tradicional cuentan que los molletes dulces iniciaron con las monjas franciscanas de la Orden de las Pobres de Santa Clara de Asís, en Italia.
Estas mujeres deseaban vender un platillo el Día del Padre y así obtener ganancias para sobrevivir.
Con información de EL UNIVERSAL Destinos