Puebla y Oaxaca como estados colindantes comparten tradiciones y costumbres.
Pero también hay algunas disputas civilizadas en torno a la bebida y la gastronomía. En concreto, con el origen del mezcal, el mole y el mole de caderas, por citar solo tres ejemplos.
Una disputa que de cara al inicio formal de la temporada del mole de caderas cobra vigencia.
Durante décadas se ha sostenido un debate civilizado y decoroso entre Puebla y Oaxaca por el surgimiento de este peculiar producto culinario.
Tehuacán, Puebla, y Huajuapan, Oaxaca, se disputan el origen del mole de caderas, y en ambas localidades se lleva a cabo en paralelo la temporada de la matanza.
No es gratuito el hecho de que sea uno de los platillos más importantes en los estados de Puebla y Oaxaca.
Los chivos que son sacrificados pastan en regiones del sur del estado de Puebla y del norte de Oaxaca, además de ingerir sal y manzana, entre otros elementos.
La disputa por la denominación de origen del mole de caderas
En 2021 Tehuacán y Huajuapan de León, cuyos habitantes se disputan la cuna del mole de caderas, anunciaron que buscarán obtener la denominación de origen.
El presidente municipal de Tehuacán, Pedro Tepole Hernández, señaló: "trabajaremos para buscar la denominación de origen para Tehuacán, ya que estamos convencidos de que debemos preservar el valor que tiene esta tradición para los poblanos".
Por su parte, el secretario de Turismo de Oaxaca, Juan Carlos Rivera Castellanos, señaló que también disputarán la denominación de origen del mole de caderas.
Expresó que: “los acervos históricos indican que el mole de caderas es originario de Huajuapan de León y no hay datos de ninguna otra parte de México”.
Por su parte, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, se mostró conciliador al expresar “no nos vamos a pelear”, el mole de caderas es típico de su natal Tehuacán, pero “se debe cocinar de origen con ingredientes oaxaqueños de Huajuapan, pero guisado en Tehuacán hace 200 años al menos”.
Como sea, lo importante es disfrutar año con año del mole de caderas cuyo sabor peculiar no conoce fronteras y está alejado de las diferencias. Un platillo que hermana a Puebla y Oaxaca, antes de dividirlas.