En la Junta Auxiliar de la Resurrección, al norte de la ciudad de Puebla, yace un tesoro histórico que lamentablemente se encuentra en un estado de abandono y deterioro progresivo.
Estos vestigios pertenecen a una civilización antigua cuya grandeza ha quedado oculta bajo el paso del tiempo y la falta de atención.
La Manzanilla es una zona arqueológica que ha sido devorada por el crecimiento urbano, el abandono y el olvido.
De acuerdo con la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural, esta zona forma parte de las laderas del volcán Metlalcueyatl, mejor conocido como la Malinche.
Este yacimiento arqueológico se encuentra dividido en tres zonas principales: el Cerro del Marqués (periodo Preclásico), el parque de Manzanilla (periodo Clásico) y la Hacienda de San Diego Manzanilla (periodo Clásico Tardío y Posclásico).
El mismo texto publicado por el Ayuntamiento señala que en el área del Cerro del Marqués se encuentran tres agrupamientos de vestigios arqueológicos, los cuales estaban en perfecto estado, hasta 1964 cuando estas edificaciones comenzaron a sufrir deterioros notables, causados fundamentalmente por la acción humana.
Mientras que en la Hacienda de San Diego Manzanilla se pueden distinguir de 14 a 16 pirámides que han sido saqueadas y vandalizadas sin importar el legado histórico de esta zona.
Otra de las estructuras que se encuentran en el área son las ruinas de un juego de pelota que perteneció al periodo Clásico (200 a 900 d.C.) y Postclásico (900 a 1500 d.C.) tal vez uno de los primeros en Mesoamérica, sin embargo, también tiene grafitis.
Por años los vecinos han intentado recuperar los vestigios de esta zona ubicada en la capital poblana, pues de acuerdo con varios investigadores, cuando fue descubierta esta zona en el siglo XX tenía varias hectáreas.
Sin embargo, poco a poco fue reducida a un terreno en el que aún se conservan unos cuantos montículos y el juego de pelota.
Como se mencionó con anterioridad la zona está grafiteada, abandonada, y a veces es utilizada como basurero y, aunque son los mismos habitantes quienes le ha dado mantenimiento, no es suficiente.