Puebla no solo es hermosa por sus paisajes y obras arquitectónicas, sino que su comida es un verdadero festival para el paladar.
La gastronomía poblana es de las más diversas y deliciosas de México, su cocina es una mezcla de influencias indígena, española y árabe.
Las opciones son muchas, no obstante, aquí nos centraremos en compartirte los 5 platillos que debes comer sí o sí en tu visita a la ciudad.
Venir a Puebla y no comer mole poblano es casi un sacrilegio, ya que es uno de los platillos más representativos del estado, aunque la leyenda dice que fue creado en el Convento de Santa Rosa, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, asegura que el origen del mole se da con las culturas prehispánicas donde los indígenas mezclaban varios chiles con semillas de calabaza, hierba santa y jitomate para crear una salsa a la que denominaban “mulli”.
Aunque actualmente existe una gran variedad de presentaciones, el auténtico mole poblano lleva chile ancho, chile mulato, chile pasilla, chipotle, clavo, pimienta gorda, comino, canela, anís, chocolate, cacahuate, almendra, nuez pecana, pepitas, ajonjolí, pasas, jitomate, tomate, ajo y cebolla.
Así que una vez que llegues a Puebla, pide un plato de mole acompañado con arroz, estamos seguros de que no te arrepentirás de esta combinación.
Venir a Puebla también significa probar la comida callejera, pues no por nada, la mayoría de los platillos típicos del estado son antojitos que puedes encontrar en la calle o en algún mercado, tal es el caso de las cemitas.
La cemita es similar a una torta y elaborada con pan de sésamo, carne de cerdo o pollo, queso fresco, aguacate, cebolla y chile chipotle.
La SADER afirma que este tipo de pan llegó a nuestro país por los conquistadores y al paso del tiempo, la forma de preparación se fue modificando gracias a las técnicas aprendidas por los franceses.
A pesar de su nombre, los tacos árabes son un platillo típico de Puebla. Se dice que los tacos árabes nacieron con la llegada de los libaneses a México, varios de los inmigrantes que se quedaron en Puebla trajeron consigo parte de su cultura y gastronomía.
Podemos decir que es un platillo simbólico, pero también es considerado como antojito callejero, ya que una vez que recorres las calles de Puebla, puedes encontrar en cada esquina un puesto de tacos árabes. Además de que este platillo se puede consume a casi todas horas en Puebla.
Este platillo por lo general se puede encontrar en restaurantes y puestos callejeros, es uno de los antojitos más ricos de Puebla. Consiste en pequeñas tortillas fritas en aceite o manteca, y están cubiertas con carne, cebolla y salsa.
Aunque su origen no es claro del todo, lo que sí se sabe, es que nacieron cerca de la Iglesia de San Francisco, justo en el Centro Histórico de Puebla.
No por estar al último es menos importante, al contrario, este es un platillo de temporada, por lo que debes programar tu visita durante los meses de julio, agosto, y septiembre, ya que la nuez de Castilla -que se emplea en la preparación de la nogada- se cosecha durante estos meses, al igual que la granada, otro ingrediente fundamental de este platillo.
Su preparación consiste en rellenar chiles poblanos con una mezcla de carne de res, cerdo y frutas, se capean y se cubren con una salsa de nuez, queso de cabra y vino jerez, ya por último se decoran con granada y perejil.