Puebla es reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, debido al grado de conservación y belleza de su centro histórico.
La arquitectura barroca, fachadas de azulejos y casonas restauradas, muchas de ellas convertidas en museos u hoteles, son algunas de sus características más notables.
La ciudad de los ángeleses un destino cultural que además de bello es un lugar altamente fotogénico.
Los siguientes son los 10 lugares más recomendados para tomar fotografías en la capital poblana.
Foto: Wikimedia Commons/ José P. Torrealba
No solo es considerada la primera biblioteca pública de América y está catalogada como Memoria del Mundo por la Unesco, sino la Biblioteca Palafoxiana es uno de los lugares más hermosos de Puebla para tomar fotografías.
Es fácilmente reconocible por su estilo barroco con estantes de cedro tallado y pisos de azulejo rojo, como detalla EL UNIVERSAL Puebla; en el centro hay un retablo dorado dedicado a la Virgen de Trápani.
La historia de este recinto data de 1646, cuando el obispo Juan de Palafox y Mendoza donó 5 mil libros a los Colegios tridentinos. Fue hasta 1773 que se construyeron los 2 primeros niveles de su estantería. La biblioteca posee más de 45 mil volúmenes, además de 5 mil 348 manustritos y mil 500 grabados; el libro más antiguo es de 1475.
Se aloja en la Casa de la Cultura, que a su vez ocupa la estructura del antiguo Colegio de San Juan, del siglo XVI. Los fines de semana hay eventos como presentaciones de danza, talleres, expos y conciertos.
Foto: Wikimedia Commons/ Edson2k
Se trata de uno de los monumentos más pacíficos y bellos de la ciudad. El Patio de los Azulejos data de 1793 y solía formar parte del Templo de Nuestra Señora de la Concordia.
Conjuga varios estilos arquitectónicos, como el barroco. Sus paredes están cubiertas por ladrillo de petatillo y azulejos de talavera en colores como el amarillo, verde o los tradicionales azul y blanco, organizados en diversas formas (hay, por ejemplo, motivos florales). El contraste se da con las columnas acanaladas de color blanco, que poseen estilos dórico y jónico.
En la actualidad tiene una exposición sobre la talavera poblana.
Las fachadas de este callejón, caracterizadas por contrastantes tonos vivos, son un escenario perfecto y pintoresco para tu Instagram; te toca a ti ponerle creatividad a las fotos.
Este es un paseo casi obligado en la ciudad de Puebla por su variedad de tiendas, arte local y restaurantes; especialmente los domingos, porque hay tianguis con artesanías y antigüedades que no hallarás en otro lado.
Se ubica entre la calle 3 Oriente y la avenida 7 Oriente.
¿Te has preguntado la razón de su nombre? Se dice que en tiempos de la Nueva España frecuentemente se desbordaba el río San Francisco e inundaba esta zona, por lo que terminaba siendo habitada por ranas y sapos.
Cuando lo visites, no olvides entrar a La Pasita, una licorería con más de 100 años. Su bebida emblema, que le da nombre al lugar, consiste en un licor de uva pasa servido en un caballito con un cuadrito de queso fresco y una pasa. Pídela y no olvides tomarle foto.
Foto: Banyan Tree
Se trata de un hotel de lujo acondicionado en un edificio del siglo XIX y que, si bien mantiene parte de la arquitectura original restaurada, también la combina con arte contemporáneo y comodidades modernas.
En todo el alojamiento hay decenas de lugares perfectos para tomar fotos, pero uno de los favoritos es el rooftop bar. Ubicada en el quinto piso, esta terraza cuenta con una alberca panorámica desde donde es posible apreciar 5 volcanes y las coloridas cúpulas del centro histórico.
Foto: Banyan Tree
A veces tampoco hay que salir de la habitación para hallar rincones instagrameables. Las paredes de piedra, decoraciones en herrería, mosaicos de talavera, balcones y artesanías son una constante en las suites.
El hotel tiene restaurante (próximamente tendrá otro más, especializado en cocina tailandesa) y un spa.
Foto: Unsplash/ Kevin Rosales
Se encuentra a 20 minutos en auto desde el centro de la ciudad. Su edificio es una de las estructuras más interesantes de Puebla, pues fue diseñado por Toyo Ito, quien ha sido merecedor del premio Pritzker (el más importante en la arquitectura). Son dos plantas de concreto reforzado que alcanzan casi 20 metros de altura; predominan las formas orgánicas, la luz natural y el color blanco.
Más que la sola exhibición de obras, el museo se concentra en explicar la historia y el lugar del barroco no solo en el arte pictórico, sino en la arquitectura, la música y la literatura. Se especializa en el arte barroco de los siglos XVII y XVIII.
Foto: Wikimedia Commons/ Mexch
Esta construcción de estilo barroco poblano data de 1790 y durante más de un siglo fue casa habitación. Se llama Casa de Alfeñique porque las abundantes decoraciones de argamasa en su fachada recuerdan un tipo de dulce tradicional que se elabora con azúcar, clara de huevo y almendras.
Pero no solo admires su fachada. El Museo Regional Casa de Alfeñique tiene una colección de aproximadamente mil 600 piezas, entre textiles, pinturas, esculturas, carruajes, códices y objetos cotidianos. En su planta alta puedes ver cómo era una casa de los siglos XVIII y XIX.
Foto: @skybridgepopocatepetl
¿Te gustan las alturas y sentir vértigo? Hace apenas un par de meses abrió al público el Popocatépetl Sky Bridge, un puente de cristal ubicado en la ciudad de Puebla. Se encuentra entre los hoteles Wyndham Puebla Angelópolis y La Quinta, frente al Centro Comercial Angelópolis y a 20 minutos en auto desde el centro de la ciudad.
El puente tiene 148 metros de largo y alcanza 61 metros de altura. Se accede en grupos de 10 personas; todos van sujetos con arneses y una línea de vida para maximizar la seguridad. Pueden atravesarlo mayores de 15 años. Menores de 18 deben ir acompañados de un adulto.
Foto: Unsplash/ David Ortega
Ubicada en el centro histórico, la terraza del Museo Amparo tiene una de las panorámicas más espectaculares de la ciudad; además, es un ejemplo de la propuesta arquitectónica con la que se restauró este recinto, donde se combinan las estructuras antiguas con lo contemporáneo.
El inmueble que actualmente ocupa el museo data del siglo XVI, siglo en que aquí se encontraba el primer hospital de la ciudad. Junto con predios anexos, también llegó a funcionar como colegio, asilo y viviendas particulares.
Es uno de los museos más completos e interesantes de la ciudad, con una colección que abarca arte prehispánico, virreinal, moderno y contemporáneo de nuestro país.
Foto: El Sueño
Es uno de los hoteles más bonitos de Puebla, instalado en una antigua casona del siglo XVIII, que alguna vez estuvo dividida en dos y funcionó como vecindad y escuela.
Tiene varios lugares instagrameables. Para empezar, hay dos terrazas: una está en altura media y es la sede del spa (con jacuzzi al aire libre, carril de nado y temazcal), mientras la otra está en la cima de la casa y ofrece vista hacia la catedral. Otro de los rincones más bonitos es la “alberca de lágrimas”: una piscina interior y sobre ella hay un candelabro con “lágrimas” de cristal.
Cada una de las habitaciones tiene una decoración y gama de colores distinta, además de que todas llevan nombre de mujer.
Foto: Wikimedia Commons/ Diego Delso
No puedes irte de la ciudad sin fotografiarla. La Basílica Catedral de Puebla comenzó a construirse durante el siglo XVI pero se terminó más de 70 años después. Se caracteriza por sus imponentes torres que alcanzan 70 metros de altura y por su fachada de cantera gris. Además, posee 14 capillas laterales y un altar mayor (Altar de los Reyes).
Con información de EL UNIVERSAL Destinos