En torno a los volcanes Popocatépetl y el Iztaccíhuatl hay al menos un par de leyendas.
La más famosa de las leyendas sobre estas montañas cuenta la historia de un amor entre un guerrero llamado Popoca y una princesa.
Sin embargo, existe una leyenda muy poco conocida sobre estos dos volcanes. La historia relata un triángulo amoroso entre las tres montañas más altas de México.
Según esta narración Iztaccíhuatl le es infiel a Popocatépetl con el Citlaltépetl (o Pico de Orizaba). En un arrebato de celos e ira, Popocatépetl asesina a su esposa. Es decir, comete un feminicidio.
Esta leyenda es recuperada en el libro "Historia del Ferrocarril Mexicano. Riqueza de México en la zona del Golfo á la Mesa Central, bajo su aspecto geológico, agrícola, manufacturero y comercial. Estudios científicos, históricos y estadísticos", cuyos autores son Gustavo Baz y E.L. Gallo.
Dicho libro fue publicado en 1874, puede ser consultado en línea en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Los autores no refieren la fuente de la cual tomaron el relato, solo mencionan que éste es de origen previo a la Conquista de México.
La leyenda feminicida del Popocatépetl
A continuación te compartimos la leyenda sobre el triángulo amoroso entre los tres volcanes:
Todos los navegantes que se dirigen a Veracruz descubren, a sesenta millas de distancia de este puerto, una nubecilla blanca que tiene la apariencia de un nimbus alumbrado por el sol, y a cuya vista alégranse los corazones y asoman las lágrimas en mas de un párpado. Es el Pico de Orizaba; montaña elevadísima que termina en un cono cubierto de perpetua nieve, y que se alza a 5,292 metros sobre el nivel del mar; es el primer punto que se distingue de la tierra mexicana aun antes de encontrar ningún signo que indique la proximidad de la costa.
Los pobladores de esta tierra antes de la conquista, llamaban a este volcán Citlaltépetl, que quiere decir estrella, y lo suponían el protagonista de una trágica leyenda de la que eran personajes sus hermanos en altura y esplendor, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl.
Decían que el Iztaccíhuatl, (mujer blanca) esposa del Popocatépetl (montaña que humea) llevó un día ilícitas relaciones con el Ciltaltépetl, el cielo azul les servía de pabellón, y de música sonora el murmullo de los bosques de sus faldas, en los momentos en que se entregaban a toda la embriaguez de los amores ilícitos.
Un día el Popocatépetl sorprende a los amantes y mata a la esposa infiel; el Ciltaltépetl, mudo de espanto, se enclava en mitad de su carrera, y el esposo mismo, víctima de sus remordimientos y de su mal extinguida pasión por la consorte ingrata, se hiela junto al cadáver de la víctima, para llorar eternamente su crimen.
Los marinos le dan al Citlaltépetl los poéticos nombres de Paloma mexicana y Estrella de los mares.