Así como la superficie de nuestro estado está llena de bellezas naturales, bajo la tierra también hay sitios místicos que muy pocos conocen.
En la sierra de Puebla existen formaciones rocosas y cavernas ocultas que vale la pena descubrir.
A continuación te presentamos tres grutas que maravillarán tu vista y harán que te sientas en un lugar mágico y misterioso.
Como si fuera la entrada al inframundo, esta caverna tiene una extensa profundidad y se encuentra en la Sierra Madre Oriental, para ser más precisos en Cuetzalan del Progreso.
La Garganta del Diablo, parece sacada de una película de terror, puesto que algunos comentarios afirman que desde que entras a esta caverna la luz va desapareciendo poco a poco, mientras escuchas el fluir del agua subterránea.
De acuerdo con la página de Turismo de Cuetzalan, recibe este nombre por la forma de una campanilla de garganta en su entrada.
Asimismo, la leyenda dice que una vez terminado tu recorrido debes pronunciar en voz alta tres veces tu nombre, solo de esta manera tu alma podrá regresar, pues de no ser así, quedarás atrapado.
Esta caverna está en San Miguel Tzinacapan, a 10 kilómetros del centro de Cuetzalan del Progreso.
Como parte del sistema de cavernas de Cuetzalan, Atepolihui es de las más seguras y accesibles de Puebla, así lo asegura la página Pueblos Mágicos de México.
Esta caverna se ubica entre senderos que conectan a la comunidad de San Miguel Tzinacapan. Para conocerla, tendrás que visitar la comunidad de Pahpatapan y de ahí caminar aproximadamente unos 40 minutos.
Según la página del gobierno de Cuetzalan, Xalostok es conocida también como la cueva de Arena.
Aquí podrás realizar actividades como el descenso en rappel de 45 metros a caída libre en el Sótano de Xalostok y un recorrido de 800 metros para salir en la gruta del Duende.
Esta caverna está ubicada en Camino a San Andrés, junto a Ángel López (kilómetro 1 Carretera Cuetzalan-Mazatepec).