Las enchiladas suizas tienen una historia poco conocida y, a pesar de su nombre, no son de Suiza.
Su origen se remonta a inicios del siglo 20 en el restaurante que actualmente pertenece al Sanborns de Los Azulejos, en la calle de Francisco I. Madero, anteriormente conocida como Plateros, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Restauranteros (AMR), la historia comienza a mediados del siglo 19, durante el imperio de Maximiliano de Habsburgo, con el mayordomo de Maximiliano, que se encargaba de la alimentación del emperador.
Al caer el imperio, este hombre huyó a Coahuila con su familia, y se llevó gran cantidad de recetas, no obstante la revolución mexicana obligó a la familia del antiguo mayordomo a emigrar a la capital del país.
Con la necesidad de ganar dinero y un baúl lleno de las recetas de la familia imperial, la familia del antiguo mayordomo puso un restaurante llamado: “Café Imperial”. En este café donde nacerían las Enchiladas Suizas.
Las dos versiones existentes son las siguientes:
En la primera se cuenta que la esposa del mayordomo le ponía nombres a los platillos del café relacionados con la casa de Habsburgo.
Por ello el restaurante tendría platillos como “Panqué Imperio” o las famosas “Enchiladas Suizas”, las cuales pasarían a la historia, y se seguirían preparando en los restaurantes que ocuparon el lugar tras el cierre del “Café Imperial”, hasta la llegada de los hermanos Sanborns quienes les darían a las Enchiladas Suizas su gran fama.
La segunda historia que se cuenta es más bien sobre el origen del nombre. Cuando Walter Sanborn conoció este platillo preparado con queso gratinado y queso encima, dijo que le recordaba mucho a la nieve que se encontraba sobre los Alpes suizos, por lo que el platillo adoptó su nombre.
Ambas historias se relacionan, difiriendo únicamente en el origen del nombre.
Otro dato poco conocido es que en Suiza se llaman "scharfes mexikanisches essen", que puede interpretarse como enchiladas mexicanas.
Si quieres preparar estas enchiladas para una reunión o necesitas varias porciones, puedes colocarlas en un refractario y hornearlas antes de servir.
Ingredientes
Procedimiento
En una olla grande, hervir los tomates y los chiles. En cuanto los tomates se vean traslúcidos, retirar del agua, para evitar que se amarguen.
Licuar los tomates y el chile con el ajo, la cebolla, el consomé, la leche y el queso crema, hasta obtener una mezcla homogénea.
En una olla, calentar dos cucharadas de aceite y verter la salsa. Dejar hervir y añadir sal, en caso de ser necesario.
En una sartén, calentar suficiente aceite, freír las tortillas y rellenar con el pollo deshebrado. Doblar o enrollar, y bañar con la salsa.
Espolvorear el queso manchego y gratinar en horno eléctrico, microondas o en horno convencional.
Decorar con crema al gusto y disfrutar.