Con la llegada de la primavera todo reverdece, todo cobra nueva vida; plantas y flores pintan con multicolores los jardines, fachadas y calles de Puebla, como ocurre con el árbol de jacaranda mimosifolia.
Esta especie de árbol es de los primeros que anuncian la llegada de la primavera con el tono lila de su floración, la cual dura cerca de un mes.
Estas estampas naturales pueden apreciarse a lo largo de la Avenida 43 Poniente-Oriente, desde la colonia Huexotitla, donde desde la terraza de un café podrás contemplar la caída de las pequeñas flores, mismas que miden en promedio cinco centímetros.
Muy cerca de este sitio se encuentra el Parque Benito Juárez, (frente a Plaza Dorada), donde el monumento al Benemérito de las Américas es flanqueado por los ejemplares de jacaranda, los cuales son vistos con mayor detenimiento desde el puente peatonal.
A unos cuantos metros de la zona Dorada está la colonia El Mirador, un área donde los camellones lucen frondosas jacarandas, y la caída de sus flores forman un hermoso tapete.
Las imágenes se repiten en el parque de Las Ninfas, en la colonia La Paz, Jardín Federico Escobedo que se ubica en la calle 16 de Septiembre y 21 Oriente, colonia El Carmen.
Jacaranda en el parque de Las Ninfas | Foto: Google Maps
Otro punto es la Avenida Juárez, donde se hace una perfecta composición con el adoquín del arroyo vehicular y sus casonas a los lados más el bullicio de los comercios ahí instalados.
Si paseas por el zócalo de Puebla también podrás deleitar la mirada con las jacarandas, lo mismo en la calle 7 Sur, en el parque de la colonia Santa Cruz Los Ángeles y en la zona histórica de Los Fuertes, entre otras calles.
De acuerdo con algunos relatos, el árbol de jacaranda no es nativo de México, sino que fue introducido por un jardinero japonés de nombre Tatsugoro Matsumoto, quien se asentó en nuestro país en 1892.
Imagen de Sanshiro Matsumoto trabajando en su invernadero de la colonia Roma | Foto: colección familia Matsumoto
Al llegar al país traía consigo un árbol de jacaranda que adquirió en Brasil y que con cuidados y esmero se adaptó muy bien en la casa del jardinero.
Era muy solicitado por las familias pudientes de la colonia Roma, en la Ciudad de México.
El trabajo de jardinería que realizaba y su devoción al cuidado de las plantas le valieron que las autoridades lo invitaran a hacer los arreglos florales del Castillo de Chapultepec, el bosque que lo rodeaba, y la creación de un jardín para una exposición de productos japoneses en el Palacio de Cristal, hoy el Museo del Chopo.
Algunos datos refieren que el presidente de México, Álvaro Obregón le pidió que sembrara cerezos para imitar los espectaculares florecimientos de Washington D.C., pero Matsumoto sabía que sería difícil que los ejemplares sobrevivieran al clima subtropical.
Fue cuando pensó en el árbol de jacaranda, el cual se había adaptado al jardín de su casa, entonces le presentó la propuesta al presidente Obregón, quien lo autorizó y comenzaron a sembrarlos en Avenida Reforma.
Flores de la jacaranda | FOTO: Agencia Es Imagen para El Universal Puebla
De acuerdo a la Comisión Nacional para el conocimiento y uso de la Biodiversidad (Conabio), la jacaranda mimosifolia es un árbol que llega a medir hasta 20 metros de altura, con tronco torcido ramificado desde los dos metros, con corteza café clara, muy agrietada.
La copa tiene forma de paraguas y follaje durante algunos meses; las hojas compuestas plumosas grandes, de 30 a 50 cm de largo, con numerosas hojitas.
Las flores son violetas, tubulares, bisexuales, de hasta cinco centímetros que crecen en racimos apretados en la punta de las ramas. Contienen gran cantidad de néctar que atrae aves e insectos.
El fruto es una cápsula dura y aplanada de color café claro que parece castañuela, con semillas triangulares planas rodeadas de un ala transparente.
Es un árbol originario de zonas húmedas de la región del Gran Chaco en Bolivia, Argentina, Paraguay y Brasil.
Sus flores, hojas y corteza se han utilizado como remedio medicinal para la disentería amebiana. Su madera se utiliza para fabricar instrumentos musicales.
Jacarandá proviene del guaraní, para algunos significa fragante, para otros madera fuerte. Mimosifolia se refiere a sus hojas semejantes a una mimosa.