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La Pasita, cantina tradicional y visita obligada en Puebla

Esta es la historia del establecimiento que solía vender pasitas "por cuadra"

FOTO: Agencia Es Imagen para El Universal Puebla
26/03/2022 |15:32Angeles Bretón |
Angeles Bretón
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En el primer cuadro de la ciudad de Puebla son diversos los monumentos que se pueden admirar, apreciar la arquitectura, visitar sitios históricos y otros muy tradicionales como La Pasita, una cantina de antaño.

Este establecimiento es muy popular. Se ubica en la calle 5 Oriente 602, frente a la Plazuela de Los Sapos. Es una vieja casona donde antes se vendían abarrotes.

La Pasita, cantina tradicional y visita obligada en Puebla

Fachada de La Pasita | FOTO: Agencia Es Imagen para El Universal Puebla

Emilio Contreras, hoy nieto del fundador de La Pasita, comentó que su abuelo era un militar que participó en la defensa de la ocupación que hicieron los estadounidenses en Veracruz en 1914.

Dos años después de estar en Veracruz llegó a Puebla  y caminando por estas calles tomó un descanso en la Plazuela de los Sapos. Fue en ese momento que vio el letrero en el que se anunciaba que se traspasaba la tienda El Gallo de Oro, y decidió comprarla.

Estando al frente del negocio incursionó con la preparación de licores de frutas secas, producto que pedían mucho los parroquianos al grado que dejó de vender huevo, azúcar y harina a cambio de los alcoholes.

La fama que fue adquiriendo este negocio fue por la variedad en las bebidas, pero también porque podían servir a los clientes su bebida estrella “la pasita”, por cuadras.

La Pasita, cantina tradicional y visita obligada en Puebla

Así es la tradicional bebida La Pasita | Foto: redes sociales

La Pasita es una bebida que se sirve en un caballito. Es licor de uva pasa, que se acompaña con un pedazo de queso panela y una pasa seca ensartados en un palillo de madera.

La mezcla de lo dulce con lo salado y el alcohol crea un sutil sabor en la boca cuando se disfruta a pequeños sorbos.

La gente podía pedir una pasita para una, dos, tres o hasta cinco cuadras. Según las leyendas, quienes la consumían podían mantenerse de pie dependiendo del número de cuadras que solicitaran.

Si pedías una pasita para una cuadra, al llegar a ella, te hacía efecto la bebida.

Son poco más de 20 bebidas para la degustación de los visitantes, quienes pueden acudir a este establecimiento o al que se ubica en la calle 3 Sur 504, a cuatro cuadras del Barrio de Los Sapos. Ambos de martes a domingo de 12:00 a 18:00 horas.

Además de la tradicional Pasita, con un costo de 35 pesos, también se puede pedir de la carta :

  1. Mojita: Licor de guayaba
  2. Sangre de Artista: Licor de membrillo y chabacano
  3. Sangre de Brujas: Licor de zarzamora con jamaica
  4. Café con café: licor de café y crema de café
  5. Almendra: Licor de almendra
  6. Sobrinas: crema de ciruela con pasita
  7. Fantasma: Licor de coco
  8. Calambre: Licor de Limón 
  9. Antídoto: Licor de naranja y licor de guayaba
  10. Purgatorio: Licor de hierbabuena con anís
  11. Sangre de chupacabras: crema de varias frutas
  12. China Poblana: Licor de zarzamora, jamaica, rompope y licor de menta
  13. Charro con Espuelas: Licor de tejocote, rompope y crema de cacao
  14. Entre muchas otras.

En ambos establecimientos de La Pasita, se permite la entrada de menores de edad, ya que se trata de ambiente familiar donde la mayoría de los visitantes solo hacen una parada para conocer la cantina, disfrutan de una pasita o máximo dos, y siguen su camino.

Les llama la atención conocer una cantina que parece se ha quedado congelada en el tiempo, ya que conserva parte de la estantería original, un mostrador de madera con una encimera de granito, y vitrinas repletas de objetos en miniatura.

Se trata de colecciones que inició el fundador Emilio Contreras, que siguieron sus hijos, y ahora sus nietos.

Se componen de fotos, soldados en miniatura, varios artículos militares y de plomo, billetes y algunos souvenirs de otros países; así como el Museo de lo Increíble, en el que se conserva una calavera de Pancho Villa, los lentes redondos de Ignacio Zaragoza, una herradura del caballo de Troya, y hasta el pincel con el que pintaron el mar rojo.

También te puedes entretener, o aprender, de los letreros que cuelgan en las paredes y entrada a La Pasita, como estos: “Lloraba Elena, Pasita calmó su pena”, “Para tener energía, tome usted pasita todos los días”, “Para triunfar en amores, tomen pasita señores”, entre otros.

La Pasita siempre trata de complacer a sus clientes, la mayoría turistas, jóvenes, parejas de enamorados, por lo que ahora ya venden el licor de frutas y rompope en botellas, para que puedan disfrutarse en la comodidad de la casa.