Durante la Guerra de Independencia, Izúcar de Matamoros fue una ciudad clave para el movimiento, pues debido a su potencial económico de la región y su ubicación estratégica al estar cerca de Atlixco y de la propia capital de Puebla, ayudó a fortalecer el movimiento independentista.
En esta ciudad se vivieron dos dos de los hechos de armas más relevantes en esta época, los cuales tuvieron como personajes centrales a los curas José María Morelos y Mariano Matamoros.
En noviembre de 1811 Morelos inició su segunda campaña, ocupándose de la toma de importantes poblaciones del suroeste de la entonces Intendencia de Puebla. El 10 de diciembre de aquel año, Morelos entró a Izúcar, donde fue recibido con grandes muestras de regocijo; seis días después se le unió Mariano Matamoros, celebrando ambos misa en la entonces parroquia de naturales de Santo Domingo, en donde además invitaron al pueblo a luchar por la Independencia.
Al enterarse las autoridades españolas radicadas en la ciudad de Puebla de la presencia de Morelos en la población de Izúcar, temieron que desde allí se organizara un ataque a la ciudad de Puebla.
Por esta razón, el comandante del ejército realista, Ciriaco del Llano envió un contingente de 600 hombres que estuvieron al mando del coronel Miguel Soto y Maceda con el fin de atacar y contener a la tropa comandada por Morelos.
El 23 de febrero de 1812, los insurgentes comandados por Mariano Matamoros lograron derrotar a las fuerzas realistas del brigadier Ciriaco del Llano, señala el sitio Historiando.org
Fue también en esta batalla donde se distinguió quien fuera uno de los primeros presidentes de México, Vicente Guerrero.
Los dos días siguientes a aquella batalla, las tropas realistas repitieron su ataque, teniendo como base el cerro del Calvario, pero sin ningún éxito. Para el día 26 tuvieron que retirarse, debido a la solicitud para que dichas tropas apoyaran el sitio que el jefe realista Félix Calleja hacía sobre Cuautla; en esta retirada una fuerte columna insurgente los persiguió, quitándoles un cañón y tomando algunos prisioneros.
Matamoros regresaría otra vez a Izúcar en junio de ese mismo año (1812), fortificando el cerro aledaño a dicha población y estableciendo una fábrica de pólvora, para lo que se proveía de buen salitre de los pueblos de Huacayan y Tochimilco, señala la biografía del propio municipio.
Desde antes de establecer su cuartel en Izúcar, Matamoros ya había venido reclutando gente para la causa insurgente pero escogió dicho lugar para organizarla.
Se menciona que la fuerza de Matamoros se componía de cerca de 3 mil soldados organizados en 27 compañías, más una fuerza de artillería de 9 cañones; el regimiento de infantería se llamaba del Carmen, había dos de caballería denominados San Ignacio y San Luis y otro regimiento era el de Dragones de San Pedro, cuyo estandarte era negro con una cruz roja al centro y la leyenda “Inmunidad Eclesiástica”.
Además don Mariano uniformó a su escolta con chaquetas azules con vueltas amarillas y dispuso que todos los días el Mayor de Plaza don Ignacio Vilchis instruyera a la tropa; estas tropas que en opinión de algunos historiadores se pueden considerar el primer ejército mexicano, tuvo importantes glorias para la causa independentista.
Matamoros dejó Izúcar en noviembre de 1812, al ser llamado por Morelos a Tehuacán, no obstante fue hasta diciembre que los insurgentes abandonan Izúcar definitivamente.
El Congreso del Estado expidió un decreto con fecha 29 de octubre de 1825, en el cual se concede al pueblo de Izúcar, el título de ciudad con el nombre de Matamoros, esto para perpetrar la memoria del insigne insurgente.
Este contenido se elaboró con información del sitio web Historiando y el portal del gobierno municipal de Izúcar