El huauzontle es una planta de consumo tradicional en nuestro país, tiene la forma de un árbol pequeño y alargado y en sus ramas gruesas encontrarás muchas flores en forma de bolita. Este es un alimento muy nutritivo, 100% mexicano y reconocido en la gastronomía nacional.
A partir de julio y durante todo el verano, es la temporada perfecta para degustar de los deliciosos huauzontles ya que es cuando tienen mayor crecimiento.
Esta plantita es un alimento altamente nutritivo ya que contiene vitaminas A, B, B1, B2, B3, C, E, así como minerales, hierro, fósforo y calcio.
Además que sus nutrientes ayudan a reducir el colesterol en la sangre, mejora las funciones digestivas, estimula la memoria y ayuda al buen funcionamiento del cerebro.
Su nombre proviene del náhuatl “huauhtzontli”, donde “huauhtli” es bledo, y “tzontli”, cabello. Se dice que en la época prehispánica, el huauzontle, junto con el amaranto, fue el cuarto cultivo más importante, después del maíz, el frijol y el chile. Incluso, fue utilizado como tributo que varios pueblos pagaban al imperio azteca.
Otras variaciones de su nombre son Huauhzontle, Huanzontle y Guausoncle.
Aunque se puede encontrar en todo el país, los mayores productores son los estados de Puebla, Tlaxcala, Guerrero, Morelos, Ciudad de México entre otros.
Puebla se considera uno de los principales productores a nivel nacional, aportando más del 90% de la producción total del país.
Según información de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), los municipios productores son Atlixco, Huaquechula, Santa Isabel Cholula, Tecali de Herrera, Chiautzingo y San Jerónimo Tecuanipan. El huauzontle, así como el amaranto, es muy resistente a los climas fríos y secos, y crece incluso en suelos pobres.
El huauzontle ha tenido mala fama, al igual que la quinoa, ya que el huauzontle tiene saponinas, que son sustancias tóxicas, pero el huauzontle contiene cantidades tan pequeñas que no representan ningún riesgo. Aparte estas toxinas se eliminan cocinarse y dejan de ser perjudiciales para el organismo.
Se puede preparar de distintas formas, aunque la manera más conocida es capeado y servidos con algún mole, salsa o caldillo, pero también se puede encontrar en ensaladas o hasta en tempura.
Ya sea capeados o hervidos, o como tú prefieras, lo importante es mantener la tradición de este alimento que ha perdurado por muchos años en nuestro país. Y si aún no los has comido, te decimos que te has perdido de un sabor extraordinario.