En la parte central del estado Puebla, se encuentra una comunidad que se distingue por sus riquezas arquitectónicas y tradiciones. Acatzingo viene del náhuatl que significa “en los carrizalitos o en pequeños carrizales”.
Se localiza en el valle de Tepeaca y se encuentra a tan solo una hora de la ciudad de Puebla.
Este municipio poblano tiene varios tesoros arquitectónicos que aquí te compartimos, pero hay uno que destaca en especial por sus grandes dimensiones.
Portal Hidalgo en Acatzingo
En la plaza principal de este municipio observarás una estructura singular que captará tu atención inmediatamente.
Estamos hablando del Portal Hidalgo de 47 arcos, el más grande de las ciudades coloniales de Puebla y el más largo de América Latina, con una longitud de 168 metros y construido en el siglo XVI.
La reconstrucción total del techo del Portal Hidalgo fue realizado por el H. Ayuntamiento (1954 - 1957) y fue inaugurado el día 20 de enero de 1957 por el General Rafael Ávila Camacho, gobernador constitucional del estado en ese momento.
Convento de San Juan Evangelista
Con la llegada de los españoles, Acatzingo se transformó en pueblo de corte español, sobre todo, después de la construcción de Convento Franciscano en el siglo XVI.
Ésta es una de las construcciones más antiguas de este municipio poblano y alberga una pila bautismal de cantera, hecha por los indígenas de aquella época.
Una de sus principales características es que los ángeles tallados en la piedra tienen rasgos indígenas. Algunos historiadores aseguran que es la primera pila bautismal de la Nueva España.
En su interior hay retablos de estilo barroco y pinturas de Miguel Gerónimo Zendejas.
El Santuario a la Virgen de los Dolores
Acatzingo, es una comunidad que venera con fe y devoción a la Virgen de los Dolores. El Santuario a la Virgen de los Dolores data del siglo XVIII y se dice que la imagen de este templo fue hallada por una posadera en el arcón de un viajero, que nunca volvió a buscarlo.
Del rostro de la Virgen salían gotas de agua, por lo que fue trasladada a la iglesia parroquial. La imagen de la Virgen de los Dolores fue coronada solemnemente el día 15 de septiembre de 1924 por el arzobispo de Puebla.
La tradición de adorar a la Virgen de los Dolores en Acatzingo empezó con el párroco Froilán Flores y Peral, quien instituyó el tradicional beso, así como el duelo de bandas de viento, que se realiza cada 5 de septiembre.
A partir de entonces, año con año, se lleva a cabo la tradicional “Noche Mágica” que es un recorrido de la Virgen de los Dolores por las principales calles de Acatzingo, adornadas por tapetes multicolores y luces.
Este evento se lleva a cabo durante la noche del 14 de septiembre hasta la madrugada del 15 de septiembre. Durante el evento se regalan atole y tamales a los visitantes.