Tanya Witmond propietaria de La Buena Vibra, un hotel ubicado en Tepoztlán, Morelos, habla con pasión del centro de sanación y meditación que creó de la mano de su esposo.
La Buena Vibra abrió sus puertas el 1 de enero de 2009 y hace siete años obtuvo el distintivo “Tesoros de México” por la calidad de sus servicios e instalaciones.
Witmond recordó cómo su mamá fue quien le aconsejó viajar por primera vez a Tepoztlán, donde había, según le dijo, “buena vibra”.
Y como fue que en el preámbulo del retiro de su marido de nacionalidad inglesa y con el recuerdo del consejo materno, comenzó a erigir su sueño en realidad.
La forma en que crearon el concepto inició la tarea de conseguir y mantener el distintivo “Tesoros de México”.
Y la manera en que decidieron que se alojara solo a personas adultas, fue como se posicionaron en el mercado nacional e internacional.
De Europa a Tepoztlán, el surgimiento de La Buena Vibra Retreat & Spa
El concepto de La Buena Vibra nació durante su vida en Europa al lado de su esposo y la práctica del yoga.
Se define como vegetariana, maestra de yoga y meditación, por lo que imprimió ese sello al hotel.
Pero, de la mano de la visión de su esposo, el concepto se amplió, aunque conserva su esencia.
Vivió alrededor de 25 años en el extranjero y, entre otras actividades, practicó yoga, por lo que concibió la posibilidad de abrir en México un centro de retiro.
Y Tepoztlán le brindó el marco ideal para adaptar el concepto de un centro de relajación y sanación a México.
Narró con cariño como surgió el Pueblo de Paz y el pequeño templo, estupa, que fue consagrado por el director de Centro Loseling México, el venerable Gueshe Sherab.
Asimismo, habló de los retiros espirituales que por espacio de varios días se pueden realizar en sus instalaciones
Incluso subrayó el Pueblo de Paz cuenta con su propio huerto y centro de actividades para sus huéspedes
La tepozteca
Como muchos de quienes escogieron Tepoztlán para vivir, Tanya se asume como orgullosamente tepozteca.
Y ve en perspectiva a La Buena Vibra, en el futuro, como un centro de sanación de primer nivel.
Un concepto de descanso, relajación y saneamiento con cinco hectáreas de extensión único en Tepoztlán y quizá en México.
Resaltó con orgullo que toda la infraestructura de La Buena Vibra es obra de artesanos, trabajadores y profesionales locales.
Y la forma en la que su esposo terminó por contribuir en el plano conceptual a la definición de lo que es hoy La Buena Vibra.
Tanya expresó con emoción que reciben visitantes del extranjero y por la cercanía geográfica de la Ciudad de México y Puebla.
Sobre este último estado puntualizó que el mercado de los visitantes poblanos es importante para ellos.
Pondera la gama de servicios con que cuenta La Buena Vibra como un plus para el visitante.
El temazcal, las clases de yoga, el spa, la cabalgata y por supuesto sus restaurantes conforman una oferta vasta y única.