Para quienes aman hacer senderismo, principalmente en el área de Flor del Bosque, les resulta común observar que en una parte de la zona existen rastros de lo que pudo haber sido una zona arqueológica y no se ha rescatado, y mucho menos delimitado.
Uno de estos caminantes y miembros de la organización “Defensores del último pulmón de Puebla” así lo difundió en un video en el que explica que en la parte alta del bosque se demuestra un montículo que, a su decir, tiene característica de que hubo un basamento.
En la imagen se aprecia parte del terreno aplanado donde la superficie está pareja, mientras que en las paredes se miran piedras colocadas que asemejan a una pirámide.
También se ha encontrado material cerámico y una notable estratigrafía, que es la rama de la geología, que trata del estudio e interpretación de las rocas sedimentarias, metamórficas e ígneas estratificadas.
Respecto al camino de tierra, se menciona que ese fue el trazo que dejaron las maquinarias y trascabos de los desarrolladores, pues en los últimos años se estima que se han edificado 15 fraccionamientos.
En la descripción se señala qué hay cambios de tierra, argamasa, barro y piedras de diferentes estilos, incluso las que se conocen como piedras de río.
Los también ambientalistas comentaron que al ser esta zona un sitio de recarga de agua, no descartan que grupos poblaciones ahí decidieron asentarse al oriente de la ciudad de Puebla y límites con el municipio de Amozoc, hace muchos años.
Entre esas ruinas que señalan podría ser una zona arqueológica, que ha sido parcialmente destruida, se encuentran viviendas de estilo contemporáneo dentro de conjuntos residenciales.
De la misma manera se puede mirar la Ex Hacienda de San Bartolo Flor del Bosque y un jagüey que pertenecía a la familia de los hacendados.
Por ello, pidieron la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para que les confirme si se trata o no de una zona arqueológica.
Mientras que al gobierno de estado la protección total de esta área verde no sea más fraccionada para la construcción de más viviendas que dañarán la flora y fauna de la zona.
