Halloween, una celebración que tiene sus raíces en las antiguas tradiciones celtas de Europa, ha ganado popularidad en México a lo largo de los años. A pesar de que el Día de Muertos sigue siendo una tradición profundamente arraigada en la cultura mexicana, Halloween ha encontrado su propio espacio, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
Esta festividad, conocida por sus disfraces, dulces y fiestas, se celebra el 31 de octubre, y destaca por su enfoque en la diversión y el entretenimiento, a diferencia del Día de Muertos, que se centra en la reflexión y la conexión con los seres queridos fallecidos. Una de las fiestas más esperadas en Puebla es Halloween 3 Brujas.
Este año, Halloween 3 Brujas celebrará su 22 aniversario el viernes 25 de octubre, en el Jardín 3 Marías, ubicado en Antiguo Camino Real a Cholula 6667, Zavaleta.
Este evento es conocido por ser una de las festividades más grandes de Puebla, ofreciendo una experiencia única con música, concursos, comida y bebidas. Además, los asistentes podrán lucir sus mejores disfraces y disfrutar de una noche inolvidable.
Los boletos para este evento ya están disponibles en la plataforma Black Ticket, con dos opciones de zonas:
La zona VIP ofrece ventajas como acceso preferencial, sanitarios exclusivos y una ubicación privilegiada dentro de la casona, donde los asistentes podrán disfrutar de más comodidades.
Las puertas del evento abrirán a las 18:00 horas, por lo que se recomienda llegar con anticipación para aprovechar al máximo las actividades y sorpresas que ofrecerá la noche.
Halloween es una festividad con una historia que va mucho más allá de lo que conocemos hoy en día. Su origen se remonta a la antigua celebración celta llamada Samhain, un festival pagano que marcaba el final de la cosecha y el comienzo del invierno.
Samhain, que significa "Fin del verano" en irlandés antiguo, se celebraba entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre, y los celtas creían que en esta fecha la línea que separa el mundo de los vivos y los muertos se volvía más delgada, permitiendo que los espíritus cruzaran.
Durante Samhain, las personas encendían hogueras, se vestían con disfraces para ahuyentar a los espíritus malignos y dejaban ofrendas de comida para apaciguar a las almas que regresaban. Además, celebraban banquetes en las tumbas de sus antepasados. Estas tradiciones reflejaban el temor y respeto por el más allá.
Con la llegada del cristianismo, la iglesia católica buscó adaptar estas prácticas paganas. En el siglo VIII, el Papa Gregorio III estableció el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre, y el 31 de octubre se convirtió en la víspera de esta festividad, conocida como All Hallows' Eve, que más tarde se acortó a Halloween. Muchas de las costumbres de Samhain, como los disfraces y las ofrendas, se integraron en esta nueva celebración.