El 10 de mayo, fecha en la que se conmemora el Día de la Madre, es una de las mayores celebraciones de México.
Quizás sea la más grande y esperada por las familias mexicanas a lo largo del año, aunque no esté considerada como un día de descanso obligatorio o feriado, según la Ley Federal del Trabajo (LFT).
Sin embargo, existe una práctica no escrita o una tradición en la que tanto los sectores privado como público, incluido el académico, otorgan a las madres trabajadoras ese día como descanso, año tras año.
Incluso algunos contratos colectivos de trabajo lo consideran como día de asueto, acordado entre la parte patronal y la representación sindical.
En consecuencia, aunque no sea un día de descanso obligatorio, para la mayoría de las madres trabajadoras el viernes 10 de mayo será parte de un puente muy esperado.
La costumbre y tradición de las familias mexicanas volverán a manifestarse abarrotando restaurantes y organizando toda clase de celebraciones.
Mientras tanto, la mayoría de las empresas y centros laborales, tanto del sector privado como público, otorgan el día de asueto a las madres, organizando desayunos, comidas o convivios especiales para honrarlas.
Por otro lado, los panteones se verán colmados por aquellos que aprovecharán el día para recordar a sus progenitoras.
De cualquier manera, uno de los días de mayor impacto para la economía y la sociedad mexicanas volverá a imponerse de nueva cuenta.