El primer actor Héctor Bonilla recibió este lunes 28 de noviembre un homenaje póstumo en el Palacio de Bellas Artes a la que asistieron sus amigos y familiares.

Tres días después de su deceso ocurrido tras una larga lucha contra el cáncer, quienes intevinieron en el homenaje lo describieron como un hombre de tradiciones y firmes convicciones que nunca ocultó su apoyo a Andrés Manuel López Obrador.

En el evento participaron sus familiares y amigos cercanos, como Sofía Álvarez, su viuda, su hijo Fernando, y los actores Damián Alcázar y Sergio Corona.

Además participaron actores que compartieron con Bonilla la pantalla o el escenario, como Arcelia Ramírez, Evangelina Martínez, Demián Bichir, Verónica Langer, Julieta Egurrola y Paola Woolrich.

Compañeros tomaron el micrófono frente a la imagen de Bonilla en el vestíbulo del Palacio para despedir al histrión, dramaturgo y político.

El homenaje póstumo se inició a las 17:00 horas en el recinto ubicado en Avenida Juárez y Eje Central, con la llegada de sus cenizas.

Héctor Bonilla, quien nació en Tetela de Ocampo, Puebla, en 1939, desarrolló su carrera en la Ciudad de México y falleció tras una dura batalla contra el cáncer de hígado que le fue diagnosticado en el 2019.

Héctor Bonilla fue egresado de la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes y era considerado por muchos como uno de los mejores actores de México.

Su encuentro con la actuación se dio durante su educación secundaria, ya que su maestra montó la obra "La tierra de jauja", pese a ser tímido consiguió un papel secundario, además también estudio derecho en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

Héctor Bonilla formó parte del grupo disidente de casi mil actores que, a fines de los setentas, renunció a la Asociación Nacional de Actores, por temas de corrupción, para integrar el Sindicato de Actores Independientes.

Bonilla fue homenajeado en 2019 por parte del Instituto Nacional de Bellas Artes tras 50 años de trayectoria.

Héctor tenía 15 años y cursaba la educación secundaria cuando una maestra montó La tierra de jauja, de Lope de Rueda, en la que obtuvo un personaje a pesar de su timidez.

Sus padres querían que todos sus hijos fueran médicos, pero Héctor se rebeló y optó por estudiar Derecho en la UNAM, en donde también pudo combinar la práctica del futbol americano y clases en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

“Iba a los Estudios Churubusco a ver qué salía. Íbamos a las oficinas de don Alfredo, el papá de Arturo Ripstein, y nos ponían contra la pared a todos y pasaban y nos veían, ‘nomás’ faltaba que nos vieran como caballos para ver a quién levantaban para qué papel”, recordó divertido el actor en una entrevista a la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).

Con una filmografía de más de un centenar de producciones cinematográficas, más igual número de puestas en escena, a fines de los 80, junto con Jorge Fons, levantó el proyecto Rojo amanecer, que retrataba lo ocurrido en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco.

Al rodaje llegaba sin tener aprendido bien el guión, pues estaba más preocupado en conseguir los recursos. Y fue cuando entró Valentín Trujillo para el empuje final.

En junio de 2019, Bonilla recibió un homenaje en la Cineteca Nacional.

Colaboró en más de 120 puesta en escena, en las que fue director en alrededor de 50.

Algunos de los momentos más importantes de su carrera fueron los siguientes:

1967: Pax es su primer protagónico en cine
1971: El cambio, de Alfredo Joscowicz, es su ingreso al cine industrial
1977. Renuncia a la ANDA para forma el SAI
1977: Estrena la puesta en escena El diluvio que viene
1986. Protagoniza la telenovela La gloria y el infierno
1989: Levanta Rojo amanecer
2002. Dirige Mónica y el profesor

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