Esta última semana del año la Exhacienda de Chautla y el , que se ubica en las afueras del pueblo de San Lucas El Grande, a una hora en auto desde la capital del estado, recibirá visitantes en un horario de 8:00 a 17:30 horas.

A dos horas de la Ciudad de México, la Exhacienda de Chautla es uno de los destinos más cómodos para los visitantes de la Ciudad de México, con un castillo de estilo inglés del siglo XVIII, rodeado de un lago artificial y un frondoso bosque donde se pueden realizar diferentes actividades de esparcimiento familiar.

Los costos son económicos para la entrada al parque, que es de 40 pesos por adulto, y de 20 pesos para los huéspedes del Hotel Misión, ubicado a unos pasos del lago y del castillo.

Estudiantes con credencial pagan 25 pesos, adultos mayores con tarjeta del INSEN pagan 10 pesos y no hay cobro para las personas con discapacidad.

Se pueden adquirir paquetes de pesca de trucha en aproximadamente 120 pesos.

Hay una tirolesa con costo de 80 pesos por una sola línea, y la renta de lancha con espacio para dos personas, por una hora, es de 100 pesos en promedio.

La lista completa de servicios dentro de la Exhacienda de Chautla se pueden consultar en la siguiente liga: .

Para llegar desde la ciudad de México, el costo de la Caseta es de 368 pesos de ida y vuelta, en tarifas de diciembre de 2021.

La hacienda comenzó a operar en 1777. Fue un marquesado otorgado por el virrey Carlos III a Manuel Rodríguez de Pinillos; la propiedad era llamada “Selva Nevada” y “Sierra Nevada”.

Se trataba de un territorio muy grande, que llegaba hasta los límites con Tlaxcala y Texcoco.

En ese entonces, la arquitectura de la hacienda era bastante tradicional: tenía todo lo necesario para producir trigo, frijol y jocote, y el casco antiguo todavía se conserva.

La nieta de Manuel Rodríguez de Pinillos, Soledad, se casó con Thomas Gillow, originario de Liverpool, Inglaterra. Su hijo, Eulogio Gillow, fue quien mandó construir el famoso castillo a finales del siglo XIX. Gracias al trabajo de Eulogio, la hacienda tuvo su época de gloria.

El castillo tiene tres pisos y cuatro pequeñas torres, una en cada esquina. Es conocido por su color rojo, pues se construyó en ladrillo.

Nunca fue habitado por Eulogio Gillow. Hay registros que indican que la planta baja funcionó como biblioteca y el tercer piso albergó un salón de armas. Su fachada permanece prácticamente sin cambios a su aspecto original.

El Castillo de Gillow y los campos que lo rodean son un parque natural abierto al público, con recorridos a pie, paseos en lancha y una pequeña tirolesa de 15 metros de altura, desde la cual se puede apreciar perfectamente la construcción de ladrillo.

También se practica pesca en el lago artificial, que está dividido en dos por un sendero: un lado se destina a la pesca deportiva y el otro, para el consumo.

En los jardines se puede montar un asador para cocinar truchas, aunque el parque también cuenta con un restaurante donde se sirve trucha frita y al mojo de ajo.

La entrada al castillo está permitida, en la planta baja hay una galería con fotografías tomadas a principios del siglo pasado.

Los pisos superiores, en remodelación, alojarán un salón para eventos. Habrá tres habitaciones para alojamiento, una de ellas enfocada en parejas que celebran su boda.

En el techo del castillo hay un mirador, el cual te ofrece una panorámica del bosque a 16 metros de altura.

Para subir a la cima hay que caminar 83 escalones.

Cada hora se lleva a cabo un recorrido guiado desde el castillo hasta una zona de manantiales, donde es posible distinguir cómo brota agua del suelo, la cual proviene de los deshielos del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl.

Para dormir en la Ex-Hacienda de Chautla hay dos opciones.

El parque cuenta con cabañas y una zona de camping que se renta a grupos de 30 personas.

La segunda opción es dormir en el hotel Misión Grand Ex-Hacienda de Chautla, construido en el casco antiguo de la propiedad con la supervisión del INAH.

Los muros del hotel, que cuenta con alberca, mantienen su color blanco original y las habitaciones tienen detalles en ladrillo.

Por la mañana y en las tardes, la temperatura puede bajar mucho, por lo que es recomendable llevar chamarras y repelente de insectos.

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