El mole es un platillo típico y representativo de la gastronomía poblana. Se celebran tanto ferias como concursos en torno a él, donde la preparación y el sabor son ampliamente reconocidos.
Sin embargo, en el plano gastronómico nacional, existen varios tipos de mole. Estados como Oaxaca, Jalisco y Yucatán poseen algunas de las versiones más destacadas. Además, en cada entidad hay diversas modalidades de mole que varían de región en región.
El mole es versátil y popular. Se puede disfrutar tanto en festividades de pueblos como en mercados, fiestas populares y restaurantes de alta gama.
Su presentación y acompañamiento son variados. En Puebla, por ejemplo, se puede comer con pollo, carne de cerdo, acompañado de arroz rojo o blanco, o en platillos como envueltos o enmoladas.
En general, en México existen más de 50 variedades de mole, entre las que destacan:
- Mole poblano
- Mole verde
- Manchamanteles
- Mole negro
- Mole de Xico
- Mole amarillo
- Mole chichilo
- Mole de San Pedro Atocpan
- Mole prieto
- Mole blanco o de novia
Entre los principales ingredientes del mole destacan: chocolate amargo, chiles mulato, pasilla y ancho, y especias como perejil, canela y clavo.