Como una entidad pluriétnica y cultural, Puebla posee en su territorio una serie de atractivos y localidades que se asemejan a los que existen en otros países y regiones del mundo. Estas poblaciones, debido a sus condiciones geográficas, clima o arquitectura, transportan a quienes las visitan a lugares en el extranjero, lo que brinda una experiencia peculiar.
Por lo que respecta a Asia, en concreto a Camboya, el Pueblo Mágico de Xicotepec cuenta con dos atractivos que se asemejan a otros que hay en esa región: la muralla y el centro ceremonial Xochipila.
Situada en los cerros de Xicotepec de Juárez, el Sendero de la Cruz Celestial se asemeja por su construcción con la afamada muralla china. La muralla de Xicotepec cuenta con 746 escalones de piedra y una longitud de mil 460 metros.
En la parte elevada, al término de la muralla, se ubica una cruz de acero con vidrio templado, que mide 30 metros de alto y pesa alrededor de 150 toneladas. Además, hay un mirador de cristal frente a la cruz, desde donde se puede apreciar una vista de todo el municipio por demás peculiar.
Por su aspecto y características, la muralla de Xicotepec ha captado la atención de miles de visitantes y es comparada con la célebre muralla china.
El centro ceremonial Xochipila se ubica en la cabecera municipal de Xicotepec. Se trata de un centro ceremonial prehispánico, cuya fiesta se celebra el 24 de junio. Puede describirse como un montículo rocoso ubicado sobre una gran piedra, a una cuadra del centro del Pueblo Mágico de Xicotepec, cerca de la iglesia de San Juan Bautista.
Mide unos 20 metros de altura y está dividido en tres partes. En las tres partes en que está dividido el centro ceremonial, el cielo está en la parte alta, en la parte media hay una conexión con la tierra y en la parte baja con el inframundo, además de una plazuela.
Algunos visitantes acuden al centro ceremonial para conectarse de manera espiritual, realizar algún pedimento por la salud, economía o bienestar de alguien, entre otros propósitos. Además, los campesinos también acuden para pedir por la fertilidad de la tierra y llevan semillas para que se purifiquen.