Para sentirse un hobbit no es necesario viajar al irreal pueblo Hobbiton en la Tierra Media, dentro de las historias de J.R.R. Tolkien, sino tomar casi cuatro horas de camino desde Puebla a Zongolica, Veracruz, por las rutas a Córdoba.
Ahí se localiza el proyecto turístico de Café Tatiaxca que cuenta con casas como las de esos seres antropomorfos en donde podrás pasar la noche, vivir la experiencia de una zona cafetalera y convivir con la naturaleza.
¿Dónde se encuentra la Sierra de Zongolica?
De acuerdo con información de la Universidad Veracruzana, la Sierra de Zongolica está localizada en la zona centro del estado del mismo nombre.
Se caracteriza por su clima que es templado húmedo extremoso, con una temperatura promedio de 17.14 grados centígrados y que favorecen los paisajes naturales.
¿Qué se puede hacer en Zongolica?
La página del gobierno municipal cuenta con reseñas de sitios turísticos para quienes planeen un paseo por este atractivo veracruzano.
Uno de ellos es la caverna del Boquerón donde desembocan dos ríos y otra es la Cueva de las Golondrinas que tiene una profundidad de 60 metros y una virgen en su interior.
Asimismo tiene dos circuitos para conocer las cascadas Atlahuitzia y Popocatl, así como otro más para visitar las fuentes de agua natural Macuilca y Coxole.
En todos esos puntos destacan la oferta de tours para conocer los atractivos y practicar actividades de aventura.
¿Qué son las casas hobbit?
Inspiradas en los personajes de la literatura se consideran como casas prefabricadas que utilizan elementos naturales para adecuar su estructura.
Su tecnología puede variar, pero algunas se caracterizan por ahorrar energía, ya que al estar cubiertas de tierra tienen ventajas para adaptarse al clima.
Las casas hobbit del Café Tatiaxca son en realidad cabañas con esas características.
Tienen capacidad de hasta cinco personas, pero tiene un costo de 2 mil 700 pesos por noche para ocupación doble y costos adicionales por cada hobbit adicional.
Junto con el hospedaje se ofrece desayuno, comida y cena para dos personas, el uso de caballos, una degustación de su café y el uso de instalaciones.
Incluyen la finca cafetalera, zonas de árboles frutales y una alberca con agua de manantial que es tan pura que, según aseguran, se puede beber.
