Viajar al centro de la Tierra no es solo un cuento de Julio Verne; hoy en día, a lo largo y ancho del mundo, existen miles de cuevas escondidas en los lugares más recónditos, y Puebla es un claro ejemplo de ello. Este estado mexicano alberga algunas de las cuevas más impactantes, que no solo maravillan por su belleza, sino también por su magnitud y los misterios que guardan en su interior. Es por ello que aquí te presentamos 5 de ellas que te transportarán a un mundo subterráneo lleno de magia.
Ubicada en los senderos que conectan a la comunidad de San Miguel Tzinacapan, esta cueva forma parte del sistema de cavernas de Cuetzalan. Con 80 metros de largo, es una de las más accesibles y seguras de Puebla.
En su interior se pueden encontrar espectaculares formaciones rocosas, incluyendo una que asemeja un elefante, y una vista panorámica de la sierra. Su acceso es fácil desde la comunidad de Pahpahtapan, tras una caminata de 40 minutos.
Descubiertas en 1997 en la comunidad de Carreragco, cerca del Pueblo Mágico de Tetela de Ocampo, las cuevas de Acocomoca son conocidas por su río subterráneo con aguas ricas en minerales.
Las formaciones de estalactitas y estalagmitas de tonos amarillos crean un ambiente mágico. Los pobladores creen que las pozas subterráneas tienen propiedades curativas, lo que agrega un aire místico al lugar.
En el pintoresco pueblo de Xochitlán, en la Sierra Norte de Puebla, se encuentra la Gruta de Ateno, famosa por su cenote de aguas turquesa rodeado de formaciones rocosas.
Además de este hermoso cenote, la zona alberga otras grutas, algunas con pasadizos que se extienden hasta 200 metros de profundidad, como la de Santa Elena y la de Ocotzoltepétl.
En el municipio de Hueytamalco, esta cueva se distingue por su techo en forma de cúpula y sus rocas con formas que evocan enormes muelas.
Esta gruta es famosa por su ambiente impresionante y la formación de otras cavidades como la "Mamma Mia", descubierta por científicos italianos en los 90. Es un lugar que fascina a quienes buscan explorar lo desconocido.
Conocida también como la Cueva del Diablo, este es un lugar lleno de misterio y leyendas.
Ubicada en San Andrés Tzicuilan, a solo 12 minutos de Cuetzalan, se dice que el espíritu de quien entre en la cueva podría quedar atrapado en su interior. Se recomienda visitar el sitio con un guía experto debido a su complejidad y la necesidad de precaución. El ambiente cargado de misterio y la impresionante geología hacen de esta cueva una de las más fascinantes de la región.