Se acabó el gas y tienes que bañarte con agua fría. Es una situación que nos ha llegado a pasar a todos alguna vez en la vida, pero tener que bañarte con agua helada o introducirte en una tina llena de hielos es una decisión que no todos se atreven a tomar por más de un día.
Sin embargo, a través de redes sociales como TikTok, se ha vuelto una tendencia meterse en una tina con hielo, también conocida como baño de hielo o crioterapia, popularizada principalmente por atletas de alto rendimiento, famosos en el mundo del espectáculo y uno que otro aficionado.
De acuerdo con quienes practican este tipo de terapia, bañarse con agua helada o introducirse en una tina con hielos puede tener algunos beneficios para la salud, tales como:
- Reducir la inflamación. El frío ayuda a disminuir la inflamación y el dolor, especialmente en lesiones deportivas o áreas de sobrecarga muscular.
- Aliviar el dolor muscular.
- Acelerar la recuperación después de un ejercicio intenso. Los atletas suelen usar baños de hielo después de entrenamientos intensos para reducir la inflamación y acelerar la recuperación muscular.
- Mejorar la circulación. El frío hace que los vasos sanguíneos se contraigan (vasoconstricción), y al salir del agua helada, el cuerpo responde con una expansión de los vasos (vasodilatación), lo que puede mejorar el flujo sanguíneo.
- Mejorar el ánimo y el sistema nervioso. La exposición al frío puede activar la liberación de endorfinas y otros neurotransmisores, lo que puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.
- Estimular el sistema inmunológico. Se cree que la exposición al frío aumenta la actividad de las células inmunológicas, lo que puede ayudar a reforzar la respuesta inmune del cuerpo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta práctica puede tener efectos adversos:
- Shock térmico. Si el agua está demasiado fría, por debajo de 10 grados Celsius, puede provocar un shock en el sistema cardiovascular, especialmente en personas con problemas cardíacos o de circulación.
- Hipertermia posterior. Después de la exposición al frío, el cuerpo tiende a trabajar más para calentarse, lo que puede aumentar el riesgo de deshidratación o agotamiento.
- Quemaduras por frío. Si se permanece demasiado tiempo en el agua helada, el frío extremo puede causar daños en los tejidos de la piel y los nervios por congelación o quemaduras por frío.
- Efectos sobre la presión arterial. El frío puede hacer que la presión arterial aumente, lo que puede ser peligroso para personas con hipertensión.
Por lo tanto, quienes decidan iniciarse en este tipo de terapia, se recomienda tomar en cuenta las siguientes medidas:
- Limitar la duración de los baños a 15 minutos.
- Calentar el cuerpo gradualmente después del baño.
- Realizar la práctica con precaución.
- Hacer la práctica siguiendo las recomendaciones de un profesional.
¿Es recomendable?
Para personas saludables: Si no tienes problemas de salud preexistentes, los baños de agua fría o las sesiones de crioterapia pueden ser beneficiosos si se hacen de forma controlada, con sesiones cortas (no más de 10-15 minutos) y a temperaturas no demasiado extremas.
En casos de salud delicada: Las personas con problemas cardiovasculares, respiratorios o circulatorios deben evitar este tipo de terapias sin consultar a un médico.
En resumen, bañarse con agua helada o usar una tina con hielos puede ser útil para ciertos objetivos, como la recuperación muscular o la mejora del ánimo, pero debe hacerse con precaución y conocimiento de los riesgos involucrados.