Uno de los elementos más bonitos que adornan la Navidad, son las bonitas nochebuenas, una flor endémica de México y que puedes adquirir en tu visita al Pueblo Mágico de Atlixco.
Este municipio se localiza a menos de 30 minutos de la ciudad de Puebla y es de fácil acceso, conocido por su agradable clima que prevalece en gran parte del año y que es ideal para la producción de plantas y flores de diversas especies.
La mayor producción se encuentra en los famosos Viveros Cabrera, llamados así por estar asentados en la colonia Cabrera, a unos 5 minutos en auto del centro de Atlixco.
Si visitas a los productores notarás que hay más de 20 variedades de la flor de nochebuena, pero cerca del 80 por ciento de las plantas son rojas porque son las de mayor demanda, pero también hay en tonos rosas, amarillas y variedades manchadas.
Hay nochebuenas en macetas pequeñas que caben perfecto junto a tu computadora para decorar tu escritorio o área de trabajo, pero también hay ejemplares para adornar el patio, un sendero o los altares de los templos religiosos.
Los precios de las nochebuenas dependen del tamaño y de la tonalidad, por lo que encontrarás desde 30 pesos hasta 200 pesos.
Aquí algunos sitios de Atlixco donde puedes adquirir tus plantas y flores de nochebuena:
Todo estos viveros están abiertos de lunes a domingo de 8:30 horas a 19:00 horas y lo más difícil para ti será decidirte si te llevas una o varias docenas, ya que todas son hermosas y se nota su brillo en los campos de los viveros.
De acuerdo con los productores de flores y plantas de Atlixco, para este año se espera una producción anual de 2 mil plantas de Nochebuena, pero ahí también encontrarás otra variedad de plantas como rosas, gladiolas, violetas, crisantemos, claveles, tulipanes, alcatraces y demás.
De acuerdo con el gobierno federal, la flor de Nochebuena tiene el nombre científico de “euphorbia pulcherrima”, que significa en latín “la más bella”.
También se conoce con los nombres de flor de Pascua, estrella federal, pastora, estrella de Navidad, Santa Catalina o flor de fuego.
La Nochebuena se usó por primera vez en las fiestas navideñas del siglo XVII, en Taxco, Guerrero, cuando un grupo de monjes franciscanos recolectó estas vistosas flores en los campos cercanos, donde crecían de forma silvestre, para enmarcar una procesión conmemorativa de la Natividad.
Durante la Colonia, la sociedad novohispana comenzó a usarlas para engalanar sus nacimientos y formar guirnaldas decorativas. A partir de entonces, la flor de Nochebuena está ligada a la Navidad, de México para el mundo.