Con la película Elvis estrenada el pasado 14 de julio revive la elvismania en México, que inició con su primer éxito en el país, que fue El hotel de los corazones rotos de 1956.
Elvis debutó en el cuarto lugar de la taquilla mexicana, por debajo de Top Gun Maverick y Minions: Nace un villano, mientras Thor: Amor y Trueno se mantiene a la cabeza
En México se desató la fiebre por el rockabilly, cuyas fiestas se siguen celebrando con un nutrido público admirador fiel de la corriente musical.
El amor por Presley en México creció con el filme Fun in Acapulco, que aunque no cuenta con locaciones en México porque el astro y la producción presuntamente no consiguieron una visa, logró que la relación con México quedara sólida para la posteridad.
Elvis Presley grabó canciones en español, como “México” y “Margarita”, actuó junto con los mexicanos Katy Jurado, Dolores del Río, Elsa Cárdenas y Rodolfo Acosta, y tuvo colaboraciones con mariachis como The Águilas y The Amigos.
Elsa Cárdenas, quien actuó con Elvis Presley en la cinta musical de 1963 “Fun in Acapulco” (“Diversión en Acapulco”), contó a Raúl Velasco en un programa de “Siempre en Domingo”, que a la estrella estadounidense le encantaba todo lo mexicano y que se esforzaba por hablar español aunque fuera “mocho y cortado”.
Se sabe que Elvis era admirador de la canción mexicana Allá en el rancho grande, la cual utilizaba para calentar su voz antes de salir a cantar.
“El rock, todo el mundo a bailar, todo el mundo en la prisión, corrieron a bailar el rock”, es una de las frases en español que miles personas han cantado y bailado durante décadas, en la actualidad tan sólo en México, son más de 300 mil los oyentes mensuales que siguen escuchando a la leyenda en plataformas como la de Spotify.
Fueron varios los artistas que hicieron covers de las canciones de Elvis durante los sesenta, como Los teen tops, Enrique Guzmán, Los Crazy Boys, Los Llopis, Los Boppers, Camisas Negras, Dyno y Los Solitarios y otros grupos más, quienes además muchos de ellos copiaron sus técnicas vocales y movimientos para interpretar las canciones.
A pesar de que era idolatrado por miles de jóvenes mexicanos contagiados del furor mundial causado por su música, Presley fue ferozmente atacado en la prensa y la radio a lo largo de varios meses de 1957, por unas presuntas declaraciones contra la mujer mexicana.
A finales de 1950 se corrió el rumor de que El Rey prefería besar a tres africanas que a una mexicana, pero el rumor no trascendió porque fue mentira, de acuerdo con el crítico de música Herbe Pompeyo, quien afirma que esto fue producto de los celos de un político que no pudo traer a Elvis a nuestro país para una presentación privada.
Elvis Presley llevó su vínculo con México hasta su última presentación que ofreció en 1977, cuando vistió un jumpsuit, o traje de una sola pieza, que tenía bordado el diseño de la Piedra del Sol, también conocida como Calendario Azteca.
El "Rey del Rock" utilizó este traje por primera ocasión en octubre de 1974 durante sus presentaciones en Tahoe, y no lo volvió a utilizar hasta el año de su muerte por una sobredosis de medicamentos a la edad de 42 años.
De acuerdo con el sitio elvisconcers.com, existe la versión errada de que el nacido en Memphis tuvo dos trajes con este diseño, lo cual es falso.
El traje fue confeccionado por Gene Doucette, el diseñador original del guardarropa de Elvis Presley.
En el año de 1977, el cantante utilizó el traje del Calendario Azteca durante la grabación del especial para televisión "Elvis in Concert", así como en el último concierto que ofreció el 26 de junio en Indianápolis.
Actualmente el traje se exhibe en el museo de Elvis Presley de Graceland, la que fuera su mansión en la ciudad de Memphis.
Elvis Presley, asediado por las juventudes de los cincuenta y sentenciado por las generaciones que le antecedían por los movimientos sugerentes con los que se movía en el escenario, se convirtió en una de las primeras leyendas del rock and roll, pero dejó este mundo cuando todavía era muy joven, sin embargo, luego que se oficializara su muerte, las versiones en torno a su muerte son una de las historias que todavía acompañan a su inmortal figura.
El 17 de agosto de 1977, la portada del “The New York Times” anunciaba el deceso de una de las estrellas más grandes de la música; Elvis Presley había perdido la vida, luego de ser encontrado la tarde del día anterior- por su novia, Ginger Alden, inconsciente en una de las habitaciones de Graceland –como hacía llamar a su casa- en Memphis, Tennessee.
Luego de una hora de ser hallado y media hora de intentos de reanimarlo, por parte de los paramédicos del Hospital Baptist Memorial, la muerte del “rey del rock” ya era un hecho.
Elvis Aaron Presley murió a sus 42 años, el que un día fue un jovial intérprete, censurado por camarógrafos –a petición de los productores-, por lo que sólo lo grababan por encima de su cintura para no difundir el contoneo de sus caderas, cargado de connotaciones sexuales –según la crítica de la época- no volvería a entonar los éxitos como “Can’t help falling in love” y “Jailhouse rock” que marcaron a toda una época, antecedida por Frank Sinatra y sucedida por The Beatles.
La autopsia de Presley, guiada por el doctor Jerry Francisco –conocido por haber participado en la autopsia de Martin Luther King- indicó que los hallazgos preliminares sugerían que se había tratado de una "arritmia cardíaca", un trastorno irregular del latido del corazón, lo que no era una sorpresa, al menos no para los allegados a Presley, ya que su corazón ocupaba el doble del que una persona común, por lo que a lo largo del tiempo fue tratado con fármacos que controlaban los posibles problemas que pudieran presentarse por una cardiopatía o producto de la hipertensión que padecía.
De acuerdo con “GQ”, casi inmediatamente después de que la muerte de Elvis se conoció públicamente una infinidad de versiones que aseguran que había sido el consumo compulsivo de opiáceos, barbitúricos y sedantes el que había acabado con su vida, se estableció con fuerza y, si bien los médicos forenses no negaron que el cuerpo de Presley contenía sustancias como la codeína, un analgésico también considerado como narcótico, puntualizaron que ese no había sido el motivo de su fallecimiento.
"Elvis Presley murió de una enfermedad cardíaca, y los medicamentos recetados que se encuentran en su sangre no fueron un factor contribuyente", dijo Francisco –en aquel tiempo- a “American Medical News. "Si estas drogas no hubieran estado allí, aún habría muerto".
El impacto que causó la muerte de Elvis generó un juicio mediático, la población en general no concebía que ese joven que fue lanzado al estrellato a sus 25 años y que, para sus 30, se había convertido en el artista mejor pagado de la industria musical -con más de 28 películas que colapsaron la venta de boletos en taquilla- no volvería a subir a los escenarios y aunque, en los últimos años, había atravesado un gran deterioro en su aspecto, por lo sobrepeso que padecía, su público nunca dejó de reconocer el gran talento que lo caracterizaba.
En una publicación, “La Nación” recuerda que aunque se habló mucho de las causas de su muerte que, su mayoría, adjudicaban al uso de sustancias tóxicas, proporcionadas por su médico personal George Nichopoulos (que llegó a recetarle más de 12 mil pastillas mientras lo trató) y según el libro “Elvis, ¿Qué pasó?” –escrito por dos de sus exguardaespaldas- el cantante también era adicto a las anfetaminas, la investigación se mantuvo privada, por petición de la familia de Elvis, por lo que todavía hoy permanecen las dudas acerca del verdadero motivo de su deceso.
A tan sólo unas horas de su deceso, -indica “El País”- sus fans se estacionaron afuera de la propiedad de Elvis, en Memphis, las florerías agotaron sus servicios, las estaciones de radio se llenaron de canciones de Presley, que no dejaron de sonar en los días subsecuentes, las líneas telefónicas colapsaron, y aunque todos parecían estar listos para despedir al “rey del rock” nadie daba crédito de su inesperada desaparición.
De acuerdo a la obra “Elvis Presley, la destrucción de un hombre”, desde 1973, cuando Elvis y Priscilla Presley se divorciaron, luego de seis años de estar juntos, la figura del “rey del rock” comenzó a desmoronarse, pues cuando el cantante no se encontraba en gira, dedicada su tiempo a derrochar la fortuna de la que se hizo acreedor desde mediados de los cincuenta.
Elvis obsequiaba joyas y coches a sus amigos y familiares, a cualquier provocación, hecho que produjo que entre sus más cercanos naciera una constante competencia, en la búsqueda de equiparar todas las atenciones del artista.