El mole almendrado es un platillo típico del estado de Puebla que se suele encontrar a la venta en los mercados de México en formato de pasta. Este platillo poblano se prepara con una base de chiles, chocolate, frutos secos, especias y otros ingredientes.
En días recientes, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha señalado que el mole almendrado de mejor calidad y más barato es uno envasado.
La Profeco publicó en su Revista del Consumidor un estudio de calidad que evaluó un total de 33 productos, de los cuales 10 eran almendrados. Este estudio comprobó la información al consumidor, el aporte nutrimental (proteína, grasa, carbohidratos, contenido energético y azúcares), y la calidad sanitaria de los productos.
Según la Profeco, el mole almendrado que mostró los mejores resultados es el de la marca La Costeña. Este producto se destacó por tener un menor contenido de grasa, azúcares y calorías. Específicamente, presenta:
Si estás interesado en probar este mole almendrado, debes saber que es una de las opciones más económicas del mercado, con un precio promedio de 40 pesos según Profeco.
Tras una revisión en las tiendas de autoservicio más populares, se encontró que el establecimiento más económico es Bodega Aurrera, donde el mole almendrado La Costeña de 225 gramos tiene un precio de 45 pesos.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, hay indicios de que el mole existía desde la época prehispánica, cuando los indígenas mezclaban varios chiles con semillas de calabaza, hierba santa y jitomate para crear una salsa a la que denominaban “mulli” esta era acompañada normalmente con carne de guajolote, aunque también se usaba la carne de pato o armadillo y era servido en ceremonias como ofrenda a los dioses.
Con la llegada de los españoles a México, la fusión gastronómica entre las culturas prehispánicas y las europeas, hicieron que las recetas se fueran modificando, agregando otros tipos de carnes y especias.
La palabra mole proviene del náhuatl "molli" o "mulli" que significa "salsa", y su origen se remonta a las culturas prehispánicas.
Para llegar a su exquisito sabor se prepara con una gran cantidad de ingredientes que van desde los 10 hasta los 20. De acuerdo con el especialista Juan Manuel Hernández, en su libro “Orígenes de la cocina poblana”, en 1831 se publicaron las primeras recetas de mole poblano.
En ellas se leen ingredientes como chile ancho, mulato, pasilla, chipotles, ajonjolí, clavos, canela, anís, chocolate monjil, jitomates, cebollas, ajo, tortillas de maíz, carne de guajolote, entre otros.
Sin embargo, en los conventos, las religiosas le añadían más ingredientes como por ejemplo: almendras, pasas, pimienta, pan tipo torta frito muy dorado, manteca, codillo de puerco, cilantro seco, sal y azúcar.