El rafting es un deporte de aventura que consiste en descender por los rápidos de un río en una balsa neumática resistente a los golpes.
Y aunque parezca imposible, en Puebla puedes realizar esta actividad. Sin embargo, antes de lanzarte a conquistar las aguas, debes saber que los ríos se clasifican en niveles de dificultad del I al VI, siendo los más comunes II-III-IV (de menor a mayor dificultad).
Asimismo, dependiendo del deshielo y de la época del año, el caudal del río puede variar entre alto, medio y bajo.
Cuando el nivel es alto, el río corre a mayor velocidad, se forman grandes olas y huecos; sin embargo, con niveles bajos, el río cambia su fisonomía: se vuelve más técnico, aparecen nuevas rocas, obstáculos y huecos.
Asimismo, el caudal de los ríos alcanza su máximo nivel en primavera, cuando ocurre el deshielo. El mínimo caudal se registra a principios del otoño, y a medida que avanza esta estación las intensas lluvias hacen que los ríos vuelvan a ganar volumen, llegando a veces a niveles excepcionales
La mejor opción para practicar este deporte es en el río Nexapa, el cual brota de las faldas del Popocatépetl, donde los arroyos confluyen hacia el sur.
El recorrido ofrece paisajes bellísimos y sus rápidos son emocionantes pero no peligrosos. Se ubica a un poco más de media hora de Atlixco.
Se localiza en la región norte de Puebla, a 40 minutos del Pueblo Mágico de Cuetzalan y a 145 kilómetros de la capital del estado.
Este río ofrece rápidos de clase II y III y a lo largo de su cauce se puede disfrutar de una gran variedad de vegetación tropical y cascadas.
Este río está ubicado a 40 minutos del centro de Xicotepec, es decir, a 3 horas y 30 minutos de la capital poblana.
El río San Marcos es excelente para practicar descenso de ríos, mejor conocido como rafting.
El recorrido te lleva a la Cascada Barbas de Carranza, la cual tiene una caída de agua de 40 metros de altura y está rodeada de exuberante vegetación selvática.