En la carretera federal Puebla-Tehuacán número 1211 o kilómetro 114 de la colonia San Lorenzo Teotipilco, se encuentra el Museo de la Evolución.
Mucho ha cambiado este recinto desde que se inauguró en el 2017 y luego de su rehabilitación en diciembre de 2022.
Con una inversión de 14 millones de pesos del gobierno del estado, una empresa encargada de la obra trabajó en un área de exhibición de 7 mil metros cuadrados, aproximadamente.
El recinto se divide en cinco salas de exposición, comenzando con la habitación que explica la teoría del Big Bang, cómo surgieron los planetas y qué hay en la bóveda celeste.
Para el recorrido se cuenta con la ayuda de guías que llevan a los visitantes a cada uno de estos espacios y les ofrecen información valiosa para conocer cómo surgieron los minerales y de cuánto asciende su valor.
Se recorren los planetas, se conoce de ellos, de su tamaño, sus características, la creación de las supernovas, la importancia del cuidado del planeta Tierra y se puede admirar que estas piezas se mantienen en movimiento.
El acervo se compone de 150 lotes de piezas que aportan un gran conocimiento sobre la historia de la Tierra y de la humanidad, en la cual toda esta región ha jugado un importante papel.
En una siguiente sala el visitante se adentra al mundo de los minerales y piedras preciosas, las cuales se pueden conocer porque están exhibidas en enormes vitrinas transparentes y que forman parte de una gran colección.
Hay oro, calcita, cuarzo, piritas, ónix y muchos minerales más de distintas minas y hallazgos de la República Mexicana, tanto de distintos tamaños como de formas y colores.
La siguiente sala es para conocer todo sobre el origen de los fósiles, muchos de estos de especies marinas que habitaron hace más de millones de años y que corresponden a la época Paleozoica.
En esta parte se puede conocer el origen y características de los estromatolitos, las mismas especies que se encuentran en la laguna de Alchichica.
En el recorrido, el sonido ambiente refuerza la información que proporciona la guía, la cual se complementa con la proyección de vídeos, dioramas y tarjetas informativas.
Uno de los espacios más admirados por los visitantes, principalmente los menores de edad, es el dedicado a los dinosaurios. Ahí se pueden conocer cerca de ocho especies, el tamaño que llegaron a alcanzar, la estructura de sus huesos, dientes, ojos, piel, si eran voladores o solo terrestres.
Incluso, se escucha el sonido que emite uno de los dinosaurios más grandes ahí exhibidos, del cual precisaron se trata de una réplica, pero aun así no deja de sorprender a quien lo conoce, porque también posee movimiento.
Para adentrarse a la evolución de las especies y del hombre, existe una muestra en la última sala, donde también hay esqueletos y ejemplares de mastodontes, mamuts, caballos, mariposas y del Homo sapiens cazando a sus presas.
En cada uno de los 150 lotes de piezas, entre la historia de la aparición de los minerales hasta la evolución de la especie humana, el visitante realiza un recorrido estimado en 45 minutos.
El cierre es colorido, pues la guía muestra una colección de mariposas que posee el recinto, algunas de ellas consideradas en peligro de extinción.
Este museo abre sus puertas de martes a jueves de 10:00 a 17:00 horas y de viernes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.
El acceso tiene un costo de 42 pesos para el público en general, mientras que estudiantes, maestros y miembros del INAPAM con credencial vigente solo pagan la mitad y los domingos son de entrada libre.
También forma parte del programa Noche de Museos y cuando este se implementa los fines de semana de días festivos, la gente puede ingresar los sábados sin costo alguno de 17:00 a 21:00 horas.