La colocación de un altar u ofrenda para conmemorar el Día de Muertos viene acompañada, según la tradición milenaria, de un ritual con varias versiones para recibir en casa a los fieles difuntos.
El retorno de los seres queridos al hogar no es una situación sencilla, de ahí que muchas familias realicen un ritual especial para darles la bienvenida. Este ritual representa una fusión entre los ritos prehispánicos y la religión católica.
¿Cómo es el ritual para recibir a los espíritus de los muertos?
En primer lugar, se abre la puerta de la casa y, con pétalos de flor de cempasúchil, se traza un camino desde la entrada hasta el altar, donde se colocan imágenes, comida y bebida que eran del agrado de los visitantes en vida. Las veladoras o velas se encienden para iluminar el camino.
Luego, se enciende copal en un recipiente especial en forma de copa, conocido como incensario, y se sahúma el sendero mientras se recita una oración, dando así la bienvenida a los espíritus en el hogar.
Todos los miembros de la familia suelen participar en este ritual el día 1 de noviembre, y el 2 de noviembre al atardecer se repite para despedir a los espíritus y agradecerles su visita, ya que se considera que los espíritus se acercan a sus familias para disfrutar de las ofrendas.
Además, los deudos suelen visitar las tumbas de sus seres queridos para limpiarlas y adornarlas, lo que genera una gran movilización en los panteones, donde es común escuchar música de mariachi, banda o tríos que interpretan temas en honor a los difuntos.
En algunas localidades, se realiza un ritual especial en el que los deudos permanecen durante el día y la noche alrededor o junto a la tumba de sus seres queridos para acompañarlos. De manera complementaria, se comparten alimentos y bebidas mientras se reza por su eterno descanso.