Este 28 de diciembre se festeja el Día de los Inocentes, fecha que recuerda un episodio hagiográfico del cristianismo: la matanza de los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea).
Esta matanza, ordenada por el rey Herodes I el Grande, tenía la finalidad de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.
De acuerdo con la iglesia católica, este acontecimiento se conmemora el 28 de diciembre, sin embargo, el Evangelio de Mateo indica que la matanza ocurrió después de la visita de los Reyes Magos, lo cual ocurrió después del 6 de enero.
Cabe señalar en este sentido, que la fecha de la adoración de los Magos a Jesús no tiene una fecha dada exactamente en las escrituras, así que ninguna de las dos estaría cercana a lo real.
El historiador Flavio Josefo (37–101), quien dedicó mucho a la figura de Herodes I el Grande, indica que la brutalidad del episodio está en armonía con el carácter de Herodes.
En Antigüedades judías (15.3, 3 § 53-56), Josefo presentó a Herodes como un ser patológicamente celoso de su poder: varios de sus familiares fueron asesinados por orden suya, ya que sospechaba que trataban de suplantarlo.
Por ello resulta raro que con tanta dedicación a Herodes, no aparezca la matanza de Belén.
La mayoría de las biografías recientes de Herodes dudan de que el hecho tuviera lugar.
La matanza que da pie al Día de los Inocentes se queda como un hecho legendario, más que un hecho histórico sin documentación real.
Hay historiadores que con todo y esto sí mencionan que esta matanza es coherente con lo que se sabe de Herodes.
Lo que también es cierto es que Belén era un pueblo pequeño y el número de varones menores de dos años no pudo ser mayor a 20.
La Enciclopedia Católica señala que no es posible establecer el día o el año de la muerte de los Santos Inocentes, ya que la cronología del nacimiento de Cristo y los acontecimientos bíblicos subsiguientes son muy inciertos.
“Todo lo que sabemos es que los infantes fueron asesinados dentro de los dos años después de la aparición de la estrella a los Sabios de Oriente”.
“Los latinos guardaban esta fiesta el 28 de diciembre, los griegos el 29 de diciembre, los sirios y caldeos el 27 de diciembre. Estas fechas no tienen nada que ver con el orden cronológico del acontecimiento”.
En este día además hay otra celebración que es la que roba cámara al citado hecho.
Las normas sociales se vuelven más laxas y la gente busca cualquier oportunidad para gastar bromas o burlarse de sus allegados.
Con las redes sociales es normal que alguien dé a conocer una noticia importante, con un poco de drama o emoción, pero que al final es broma.
En este día es común que se den anuncios de boda, embarazo, divorcio, cambio de residencia, truenes.
Lo trágico del origen del Día de los Inocentes pasó a ser un día de fiesta, de bromas y risas.
En los primeros momentos de la religión cristiana, las fiestas fueron unidas a celebraciones paganas con el fin de que los distintos pueblos las asimilaran rápidamente.
Por ejemplo, la llamada fiesta de los locos, un festival que se celebraba principalmente en Francia entre Navidad y Año Nuevo.
La Fiesta de los locos se celebraba con música, comida, disfraces y todo tipo de comportamientos que hubiesen sido condenados en otras fechas.
Esta celebración del Día de los Inocentes tiene arraigo en España y países de Latinoamérica.
En el mundo anglosajón celebra una fiesta llamada “Fools Day”, el 1 de abril.
En México, periódicos y revistas, además de publicaciones digitales, suelen publicar noticias falsas, con tono irónico y ponen la frase “Inocente palomita que te dejaste engañar”.