El Pueblo Mágico de Pahuatlán es un destino de la Sierra Norte de Puebla recomendable para los amantes de las artesanías ya que es la cuna del papel amate, considerado el más antiguo de México.
Se encuentra a 160 kilómetros de la Ciudad de México, aproximadamente tres horas en automóvil, muy cerca de Honey, un destino conocido por sus bosques y su circuito de cascadas.
En Pahuatlán no hay muchas opciones de alojamiento, pero entre las opciones destacadas está el Hotel San Carlos, de arquitectura tradicional. Tiene restaurante y alberca, además de que está en el centro.
Las siguientes son las principales actividades turísticas que se recomiendan al visitar Pahuatlán.
Este tipo de papel, que se elabora en la comunidad de San Pablito (de origen otomí), surgió en la época prehispánica. Era utilizado en rituales, en la elaboración de códices y con representaciones de deidades para pedir buenas cosechas, de acuerdo con la agencia EFE.
Hoy en día se emplea para crear cuadros decorativos, manteles, separadores de libros, lámparas, libretas y portarretratos. En 2018 había 150 artesanos dedicados a esta labor.
El papel amate se hace con la corteza del jonote rojo, árbol que alcanza más de 10 metros de altura y se caracteriza por el tono café rojizo. Esta materia prima es ablandada en tinacos de agua con cal y ceniza y, una vez que está convertida en fibra, se coloca sobre una tabla de madera para golpearla con una piedra volcánica hasta obtener una hoja uniforme. El papel se pinta con pigmentos naturales.
Es una sencilla estructura de madera con 60 metros de longitud, que desde hace más de medio siglo sirve para comunicar a Pahuatlán con la comunidad de Xolotla; se encuentra a solo 3 kilómetros del Pueblo Mágico.
El puente pasa sobre el río Pahuatitla, a una altura de 36 metros. Las vistas del bosque y el cuerpo de agua cristalino, donde vas a conseguir muy buenos escenarios para foto, son razón suficiente para visitarlo.
Además, durante el verano se forman pozas naturales donde es posible nadar.
No es raro ver colibríes y halcones en los alrededores.
Es un lugar para conocer la flora local y probar licores de frutas naturales, como piña, mora, uva silvestre y acachul (es un fruto originario de la región).
Hay algunas delicias que no puedes perderte en la visita a Pahuatlán. Para empezar está el café local, seguido de los atoles de cacahuate, piña o mora.
También tienes que probar los chicales (hormigas comestibles), tamales de hollejo y los molotes bañados en salsa verde o roja.
En el Pueblo Mágico hay una emocionante tirolesa con 700 metros de largo y 600 metros de altura. Si te atreves a subirte, búscala en el Parque 28 de Enero. El costo es de 150 pesos por adulto.