Si hay una actividad cultural que atrae los reflectores del mundo en esta temporada de Día de Muertos son los altares de Huaquechula.
Su montaje no es menor si se considera que han llegado a inmuebles internacionales como el ayuntamiento de Newark en New Jersey y al Museo Británico de Londres, entre otros.
Los artesanos que los hacen posibles han ganado fama y reconocimiento por los diseños, pero también por la elaboración de piezas como sahumerios.
Un tema aparte es el corte de la flor que se incluye en los altares y que se realiza sobre todo en la comunidad de San Juan Huiluco.
De acuerdo con el área de cultura de ese municipio del sur de Puebla, desde 1997 son considerados como Patrimonio Cultural del Estado de Puebla.
Desde 2001 la Secretaría de Cultura promovió que fuera reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) con una declaratoria como Fiesta Indígena Dedicada a los Muertos.
El nombre generó discusión entre la población pues aunque los turistas lo ven como una fiesta, en realidad para quienes han perdido un familiar en el año previo es una muestra del duelo.
De acuerdo con el área de cultura de Huaquechula, la tradición indica que estos altares deben considerarse para quienes fallecieron desde el día de muertos previo y es una manera de recibirlos por primera vez en el hogar.