Puebla, sin duda, es uno de los estados de la República Mexicana con más atracciones turísticas y culturales. Cada uno de sus 217 municipios está compuesto por un legado de historia y tradición. Uno de estos mágicos lugares se ubica al noreste de la entidad, cerca de la zona limítrofe con el estado de Veracruz, y es conocido como la “Perla de la Sierra”.

Teziutlán es un Pueblo Mágico cuyo nombre viene del náhuatl “Teciitl, yotl, tepetl, tzintlán” y significa “Lugar junto al cerro lleno de granizo”. Su ubicación lo describe como un “pueblo colonial pintoresco”; durante la presidencia de Porfirio Díaz.

De acuerdo con la página Teziutlán Desconocido, el apodo de la “Perla de la Sierra” se debe a que, al ser un municipio ubicado en la sierra nororiental de la entidad poblana, su importancia geográfica le permitió ser el centro político, cultural, económico y comercial de esta amplia región durante un prolongado tiempo.

Teziutlán es conocido por su rica historia, su arquitectura colonial y sus hermosos paisajes, pero también oculta, tesoros turísticos que valen la pena conocer. Entre ellos destacan:

El Breñal

Situado en la comunidad de Ahuata, al norte de Teziutlán, “El Breñal” es un paraíso natural en la Perla de la Sierra que alberga dos impresionantes cascadas, un extenso bosque y una rica diversidad de flora y fauna.



Cascada “La Ventana”

La primera cascada que recomendamos visitar es “La Ventana”. Este hermoso salto de agua, de aproximadamente 6 o 7 metros de altura, recibe su nombre porque actúa como una ventana natural, permitiendo ver otra pequeña cascada en una propiedad vecina.


Cascada “El Tejón”

A solo unos metros de “La Ventana”, se encuentra la cascada “El Tejón”, accesible con una caminata de aproximadamente 10 minutos. Con una impresionante caída de 20 metros, esta cascada debe su nombre a la frecuente presencia de tejones en la zona.


El Cerro de Chignautla

En el Pueblo Mágico de Teziutlán se encuentra el majestuoso Cerro de Chignautla, cuyo nombre en náhuatl significa “Nueve aguas abundantes” o “Nueve manantiales”. Con una altura de 2 mil 560 metros sobre el nivel del mar, este cerro ofrece vistas impresionantes de los paisajes naturales y permite observar los municipios cercanos de Altotonga y Perote en Veracruz.

En la cima del cerro se erige un monumento en honor a Cristo Rey, con una altura de 10 metros, considerado uno de los cristos más grandes de la República Mexicana. Cada 20 de noviembre, los habitantes de Teziutlán suben al cerro para velar a Cristo Rey y cantarle las mañanitas, manteniendo viva una tradición que combina fe y comunidad.


El Cerro de Texaxaca

Uno de sus atractivos turísticos menos conocidos es el Templo Expiatorio Guadalupano de Texaxaca, situado en el Cerro de Texaxaca. Este sitio es una joya de tipo religioso, arquitectónico y natural que vale la pena explorar.

El origen del templo se remonta al 14 de noviembre de 1921, cuando la imagen de la Virgen de Guadalupe en la Basílica sufrió un atentado. En respuesta a este acto, se decidió construir templos para expiar culpas y demostrar el amor hacia la Virgen del Tepeyac, ya que la imagen milagrosamente no sufrió ningún daño. El 12 de julio de 1925 se colocó la primera piedra en Teziutlán, en el Cerro de Texaxaca, conocido también como el cerro “El Chivo”.



Una característica distintiva de este templo es que se utilizaron fragmentos del altar despedazado en la Basílica de Guadalupe para su construcción. La ubicación del templo no fue escogida al azar; su difícil acceso permitió a los fieles llevar a cabo la construcción en secreto durante la Guerra Cristera (1926-1929), un periodo de persecución religiosa en México.

Después de años de esfuerzos e incluso trabajos nocturnos, el templo fue finalmente concluido el 12 de enero de 1932, convirtiéndose en el primer templo expiatorio en México. Posteriormente, se construyó una calzada que facilita el acceso al templo, permitiendo a más personas visitar este lugar sagrado.

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