Minatitlán, Veracruz, alberga un tesoro natural único, donde los visitantes pueden disfrutar de aguas turquesa sin tener que viajar al Caribe mexicano. Este destino es ideal para los amantes de la naturaleza y los aventureros, siendo una parada obligatoria en sus próximas escapadas.
El denominado “Ojo de la Gringa” o “Corazón de Minatitlán”, ubicado en la localidad de José Cardel, es un sitio único por su localización geográfica y territorial. Se trata de un espacio natural de gran belleza que ofrece una visión especial a quienes tienen la oportunidad de apreciarlo desde la altura.
De acuerdo con quienes se han adentrado en sus profundidades, en el fondo se pueden observar tres anillos por los que fluye el agua. El Ojo de la Gringa tiene cuatro metros de profundidad y 50 metros de diámetro, y está rodeado de piedra caliza.
El área está rodeada por vegetación, en un ambiente donde se puede escuchar el canto de las aves y percibir la presencia de animales que habitan en la zona. En suma, el Ojo de la Gringa se asemeja a los cenotes que han caracterizado a los estados de la región sureste del país, como Quintana Roo.
Para llegar al Ojo de la Gringa, es necesario utilizar una lancha para trasladarse por el río Uxpanapa. Primero, hay que tomar la carretera Córdoba–Minatitlán. Al llegar a Minatitlán, dirígete al embarcadero del Ejido Calipan de López, ubicado a 10 kilómetros del Cerro de Nanchital, donde se puede contratar el servicio de lancha.
El sitio está bajo la protección y cuidado de la comunidad de José Cardel. Para ingresar, se debe cubrir una cuota económica, que, según los encargados del área, se destina a labores de conservación y limpieza.