Si buscas un destino único, rodeado de naturaleza y aventura, no puedes dejar de visitar el “Japón oaxaqueño”. Este lugar, con paisajes impresionantes y una atmósfera que evoca los escenarios naturales de Asia, es ideal para los amantes del ecoturismo y la tranquilidad. A continuación, te contamos dónde está y cómo llegar.
Ubicado en lo profundo de la Sierra Mazateca de Oaxaca, en la región de la Cuenca del Papaloapan, San Pedro Ixcatlán es un tesoro oculto para muchos viajeros. Su apodo, el “Japón oaxaqueño”, se debe a la presencia de lagunas y árboles con flores rosas que recuerdan los paisajes nipones. Este pintoresco pueblo está rodeado por la presa Miguel Alemán y majestuosas montañas, ofreciendo un entorno natural impresionante.
San Pedro Ixcatlán ofrece diversas actividades para disfrutar de su entorno y cultura. Además de convivir con la comunidad mazateca, puedes realizar recorridos en lancha y degustar la gastronomía típica de la región.
Uno de los principales atractivos es la Reserva Natural Mil Islas, una presa salpicada de islotes que crean un paisaje espectacular. Aquí puedes pasear en lancha o kayak para explorar la vegetación y las aguas cristalinas. También es posible recorrer la zona en bicicleta o a caballo, mientras los guías locales te muestran la fauna del lugar.
Entre otros puntos de interés destacan el Rancho La Chingada y el templo dedicado a San Pedro Apóstol, una histórica parroquia de más de 400 años ubicada en lo alto de una colina. Además, no puedes irte sin probar los platillos típicos, como el ceviche, los camarones, las mojarras y los tradicionales tamales de yuca.
Para los amantes de la fotografía, el mirador del Cerro Quemado ofrece vistas impresionantes de Mil Islas, perfectas para capturar postales inolvidables. También puedes explorar la impresionante Caverna Cabeza de Tilpan, ya sea caminando o en lancha.
Tiempo total de trayecto: aproximadamente seis horas y media.
Si buscas un destino que combine aventura, paisajes impresionantes y cultura, San Pedro Ixcatlán es una opción ideal. Atrévete a descubrir el “Japón oaxaqueño” y disfruta de una experiencia inolvidable en Oaxaca.