En Puebla, la tierra de las maravillas naturales, encontrarás lugares que parecen sacados del cielo por su extrema belleza, como manantiales turquesas y valles exuberantes.
Sin embargo, también hay cuevas y cavernas que evocan la sensación de estar en el mismísimo infierno.
Es por eso que hemos decidido enlistarte algunos sitios turísticos que te harán sentir en estos lugares y donde experimentarás tanto el éxtasis celestial como el miedo infernal.
Cielo:
En la Sierra Madre Oriental se alza el imponente cerro conocido como "Tomaquilo", cuya cumbre se eleva a más de 2 mil 400 metros sobre el nivel del mar.
En lo más alto de este cerro se encuentra un bonito mirador, desde el cual se puede apreciar Zacapoaxtla, rodeada de gran número de cerros y montañas. Además algunos dicen que al llegar a lo alto del cerro puedes tocar el cielo.
Su ascenso puede resultar cansado, ya que es un recorrido algo prolongado, pero con grandes beneficios, como lo son las vistas panorámicas y el aire fresco que se respira, mientras eres parte de esta hermosa experiencia.
En la cima del cerro Tomaquilo se encuentra la Santa Cruz, el Símbolo de la Fundación de Zacapoaxtla, así como la escultura monumental de un “Cristo Rey”, sostén de la Fe y Religiosidad de todos los zacapoaxtecos.
El Tomaquilo se encuentra a 25 minutos del municipio de Zacapoaxtla.
A tan solo tres horas de la ciudad de Puebla existe un lugar donde puedes tocar el cielo con tus manos.
En la comunidad de José María Morelos, un poblado muy pequeño del Pueblo Mágico de Tetela de Ocampo se encuentra un mirador, en donde puedes ver un fenómeno natural llamado Mar de Nubes.
Este fenómeno sólo ocurre cuando tenemos inversión térmica, es decir, durante o después de un frente frío, cuando las condiciones de humedad y temperatura son ideales.
Asimismo, los pobladores recomiendan subir al mirador desde muy temprano, de preferencia antes del amanecer, cuando el cielo esté totalmente despejado para observar este fenómeno.
Por último, si visitas este Pueblo Mágico en fin de semana, no te pierdas los “domingos de plaza”, un día en el que todos los artesanos de las comunidades aledañas comparten sus mercancías frente al Palacio Municipal.
Ubicada en el municipio de Hueytamalco, la cascada el Cielo de Mazolapa, es una impresionante caída de agua que parece fusionarse con el cielo cuando la ves desde abajo.
También la llaman cascada Iluikatl, una palabra en náhuatl que significa agua del cielo. Es uno de los espectáculos naturales más impresionantes de la Sierra Norte.
Hueytamalco está a dos horas y media de la capital poblana. Para llegar toma carretera Puebla- Teziutlán y a 25 kilómetros, ve por la carretera a Nautla.
Infierno:
La Garganta del Diablo parece sacada de una película de terror, puesto que algunos comentarios afirman que desde que entras a esta caverna la luz va desapareciendo poco a poco, mientras escuchas el fluir de agua subterránea.
Como si fuera la entrada al inframundo, esta caverna se encuentra en San Miguel Tzinacapan, a 10 kilómetros del centro de Cuetzalan del Progreso.
Recibió su nombre debido a su entrada, que se asemeja a la forma de una campanilla de garganta.
Según los habitantes de esa comunidad, al concluir tu travesía por este lugar, debes recitar en voz alta tu nombre tres veces, solo así tu espíritu podrá retornar, ya que de no hacerlo, quedarás atrapado en este sitio.
Ubicada en el Municipio de San Andrés Cholula, se encuentra “La Casa del Diablo”, un sitio enigmático que data del siglo XVIII.
Su nombre original es “Casa Amoxcalli”, y se ubica en el poblado de San Luis Tehuiloyocan, perteneciente a este municipio.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), durante los años 90, el Doctor José Antonio Terán Bonilla, a quien se amerita este descubrimiento, encontró en esta fachada una serie de dibujos elaborados con la técnica de piedras rejoneadas, que representaban animales vestidos de sacerdotes realizando sacrificios o rituales satánicos.
Hoy en día, esta casa es la sede de la biblioteca Amoxcalli, que en náhuatl significa “La Casa de los Libros” y cuyo acervo fue donado por la Secretaría de Cultura.
Ubicada en Cerro Colorado, al noreste de la ciudad de Tehuacán, se encuentra una cueva que por varios años ha sido conocida como un sitio maldito, pues dicen los pobladores que todas las personas que deciden visitarla desaparecen misteriosamente.
Se le ha bautizado como "la cueva del diablo”, porque se cree que cada día de San Juan (24 de junio), la cueva experimenta “apertura” sobrenatural a otra dimensión, lo que muy pocos saben es que esta puerta temporal que se cierra sin previo aviso y atrapa a los desprevenidos visitantes.
Según descubrimientos arqueológicos en Tehuacán el Viejo, en este cerro se encontró evidencia de que aquí se adoraba al dios de la muerte Mictlantecuhtli, siendo la deidad principal de la comarca.
También se piensa que dicha cueva es habitada por el diablo, a quien acuden algunas personas con la intención de ofrecer pactos que regularmente consisten en intercambiarle su alma por suerte y fortuna personal.