Por 20 pesos, en un horario de 10:00 a 16:00 horas de martes a domingo, el Centro Histórico de Puebla ofrece la oportunidad de conocer los túneles secretos del Puente de Bubas, a unas cuadras de la catedral en las calles de Boulevard 5 de mayo, entre 2 y 4 norte.
El Centro Histórico de Puebla cuenta con una red de túneles que se estima tiene una extensión de 10 kilómetros, de los cuáles apenas se ha explorado un 10 por ciento.
El túnel cuenta con iluminación, recursos audiovisuales y exposición de objetos encontrados como herraduras, palas, bayonetas, pinzas, botones, cerámica y juguetes.
El sistema de pasadizos inteligentes fue construido en diferentes etapas, a partir del siglo XVIII hasta el XIX.
Puebla fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 11 de diciembre de 1987, y fue hasta 2014 que se descubrieron los túneles.
Los segmentos de los túneles son el Puente de Ovando, Casa de García de Aguilar, Humilladero, Nicho de los Trabajadores, Claustro del Convento Franciscano, Hornos de Pan, Lavaderos de Almoloya, Plaza de Fray Junípero de Serra y el Pasaje Histórico 5 de Mayo.
Su descubrimiento fue fortuito durante las obras de construcción del viaducto Zaragoza entre los años 2011 y 2012, cuando los arqueólogos localizaron un muro de contención del antiguo río San Francisco.
Sobre el muro descubierto, hacia el lado norte de la vertiente, encontraron un arco tapiado que, al ser explorado, resultó ser una galería subterránea que va en dirección norte hacia el barrio de Xanenetla.
El Puente de Bubas se encuentra donde estuvo un hospital del mismo nombre, fundado en 1682 por Anastasio Luis Salcedo Coronel y Benavides, Alcalde de la Ciudad.
El Hospital de Bubas fue fundado para la curación de los enfermos del humor gálico que llamaban “bubas o mal francés”, enfermedad que en la actualidad se conoce como sífilis.
Este hospital se ubicaba en lo que hoy es el estacionamiento del Centro Comercial Paseo de San Francisco.
El Pasaje Histórico del 5 de Mayo tiene una longitud de un kilómetro y se cree que pudo servir para trasladar las riquezas de la iglesia católica.
Se conecta con los Fuertes de Loreto y Guadalupe, donde sirvieron como trinchera en la Batalla de Puebla contra tropas francesas, y ahí se encontró armamento y juguetes del siglo XIX.
Las leyendas de los túneles de Puebla señalan que comunicaban las iglesias para transportar sus riquezas del clero.