Los historiadores coinciden en que la Revolución Mexicana es uno de los hechos más importantes de nuestra historia, porque de ahí parte la construcción del Estado mexicano como lo conocemos en la actualidad, su Constitución Política y el origen de muchas de sus instituciones que se mantienen.
Entre las causas que provocaron el inicio de este movimiento armado, estuvieron la permanencia de Porfirio Díaz en el poder durante 30 años; la conformación de los latifundios, y la explotación del petróleo por parte de compañías extranjeras.
Y de entre todas las convulsiones sociales de la época, emergió la figura de Francisco I. Madero quien desde 1908 exigía elecciones democráticas justas y abanderaba la no reelección.
Un ambiente turbio dominó el escenario político, dividiendo a la sociedad entre partidarios del dictador y quienes estaban a favor de Madero.
Plan de San Luis
Tras el triunfo electoral de Porfirio Díaz en junio de 1910, Madeto fue hecho prisionero en San Luis Potosí, pero poco después logró escapar para refugiarse en San Antonio, Texas, desde donde lanzó el llamamiento de rebelión a través del Plan de San Luis que dio inicio a la justa armada.
El propio Madero, convocó a través del Plan de San Luis a todo el país al inicio del movimiento conocido como la Revolución Mexicana, en este documento escrito el 5 de octubre de 1910, el principal postulado era desconocer la reelección de Porfirio Díaz en las últimas elecciones y por ello proponía convocar a nuevos comicios.
En el Plan de San Luis, Madero declaró: “...He designado el domingo 20 del entrante noviembre, para que de las seis de la tarde en adelante, en todas las poblaciones de la República se levanten en armas”.
Esta es la razón de que el 20 de noviembre se conmemore en México el inicio de la lucha armada conocida como la Revolución Mexicana.
En el Plan de San Luis, escrito por Madero se consignaba la alternancia democrática y la no reelección, siendo en este documento histórico donde se acuña el lema con el cual se identifica a Francisco I. Madero: “Sufragio efectivo, no reelección”.
Documentos históricos revelan que colaboradores de Madero le sugirieron que en el Plan de San Luis se incluyeran propuestas de reformas y leyes, descartando lo anterior bajo el argumento: “Este no es un cuerpo de leyes, simplemente es un llamado a las armas”, respondió Madero.
El inicio de la Revolución Mexicana fue en Puebla
Una vez elaborado el Plan de San Luis por Francisco I. Madero, las copias del documento llegaron de manera clandestina a nuestro país y fue la prensa quien informó el 17 de noviembre de 1910, sobre este complot contra el gobierno de Díaz.
Fue en la ciudad de Puebla, donde los hermanos Aquiles, Máximo y Carmen Serdán, al ser descubiertos en posesión de armas se alzaron antes de la fecha pactada (18 de noviembre).
Varias horas duró el tiroteo, a pesar de que las autoridades enviaron a 400 soldados del Ejército Federal y a 100 policías, para aprehenderlos, pero la resistencia de los hermanos Serdán fue más de la esperada.
Finalmente, la casa fue ocupada por las autoridades. Carmen, su mamá y la esposa de su hermano Aquiles, fueron remitidas a la cárcel; Máximo, junto con otros compañeros, murieron en la refriega, y Aquiles, un día después, fue encontrado y asesinado.
La muerte de los hermanos Serdán al enfrentarse con las fuerzas del gobierno los llevó a ser considerados los primeros "mártires" del movimiento contra Díaz, además de que motivó a otros a la insurrección.
Con este episodio, fue evidente que el Plan de San Luis había logrado su cometido de convocar a las armas a los mexicanos; aunque el propio Madero consideró en un inicio que la revolución había fracasado, pues el 20 de noviembre, al llegar a Piedras Negras, Coahuila, se encontró con apenas una docena de hombres quienes apoyaban su movimiento.
Madero no tenía la información de que ya para ese momento en diferentes ciudades del país varios grupos se habían levantado en armas. Aunque hay que decir que los motivos de los alzamientos abrazaron otras causas distintas a la no reelección de Díaz.
En los hechos no se dio un levantamiento coordinado el 20 de noviembre de 1910 a las 6 de la tarde para derrocar a Díaz, pues para ese momento ya había "13 hechos de armas en diferentes estados", refieren datos del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INERHM).