Durante años, el amaranto se ha venido posicionando nuevamente en el gusto de las personas como un alimento altamente nutritivo. Pero, ¿cuáles son los beneficios?
Su consumo en México es ancestral y está ligado a la cultura popular, principalmente en forma de postre. Es común encontrarlo en plazas populares y como parte de los dulces típicos.
¿Qué es el amaranto?
La palabra amaranto, huahtli en lengua náhuatl, significa “la partícula más pequeña dadora de vida”. Proviene de una planta de la familia de las amarantáceas, también conocida como “alegría”, que llega a alcanzar hasta 1.5 metros de altura. Tiene hojas largas comestibles, a las que se les llama quelites. Sin embargo, las semillas son la parte más importante de la planta.
En la parte más alta de la planta se forma una espiga o ramillete de color rojo burdeos, donde se concentran aproximadamente 50 mil semillas, que se ponen a secar.
Existen muchas variedades de amaranto, algunas de las cuales producen flores de colores verde, rosa, rojo o púrpura. Sin embargo, la semilla suele ser pálida en casi todos los casos.
En México, el amaranto se cultiva desde hace más de 7 mil años y fue parte fundamental de la dieta de los mesoamericanos antes de la invasión española. Actualmente, se conservan las zonas de producción y cultivo de la época precolombina. El 51 por ciento de la producción nacional se concentra en Puebla.
Es un cereal con cualidades nutritivas, del cual se elaboran diferentes tipos de productos alimenticios como alegrías, harina, galletas, bebidas y dulces.
¿Qué nutrientes y beneficios tiene el amaranto?
El amaranto contiene más proteínas que el maíz y el arroz, y hasta un 80 por ciento más que el trigo.
Además, es rico en aminoácidos como la lisina, lo que coloca a este cereal no solo como uno de los alimentos más completos, sino como el mejor alimento de origen vegetal para consumo humano. Es reconocido como uno de los 36 cultivos más prometedores del mundo.
Las semillas de amaranto están compuestas por una extraordinaria variedad de vitaminas y minerales que mejoran la salud del organismo humano. Son benéficas tanto en el ámbito nutricional como medicinal.
El amaranto fortalece los huesos debido a su alto contenido de calcio, magnesio y fósforo. Incluso, resulta efectivo para reducir los síntomas causados por la osteoporosis.
También se estima que regula el colesterol en la sangre y favorece el buen funcionamiento del corazón. Es rico en grasas poliinsaturadas, lo que lo convierte en un alimento muy saludable para el sistema circulatorio.